Aguas subterráneas: un tesoro bajo nuestros pies

Manuel Saurí, director ejecutivo Proyecto Agua Segura.

Día Mundial del Agua 2022

Aguas subterráneas: un tesoro bajo nuestros pies

(*) Por Manuel Saurí

Como todos los años, este 2022 renovamos el entusiasmo por encontrar soluciones ante algunos desafíos a los que nos enfrenta la crisis climática y energética global. Con una población mundial en constante aumento, es fundamental encontrar estrategias inteligentes que promuevan un desarrollo sostenible para esta generación y las que vienen.

Alimentar a los casi 9 mil millones de personas que habitarán la Tierra en menos de 30 años, supone un aumento del 60% en la producción alimenticia, lo que requiere una estrategia responsable en la gestión del suelo y del agua. La administración de los recursos hídricos para el riego, por ejemplo, proviene en un 40% de los acuíferos. Es preciso entonces, proteger a conciencia estas fuentes de agua y a todas las que nos permiten desarrollar cada uno de nuestros proyectos de vida. La sobreexplotación de las aguas subterráneas pone en peligro la seguridad alimentaria, tanto como su contaminación; porque todo lo que hacemos sobre la tierra, incide también bajo su superficie.

Este año las Naciones Unidas nos invitan a visibilizar la importancia de las aguas subterráneas destacando que en ellas se encuentra casi la totalidad del agua dulce disponible en el planeta. Actualmente, aportan la mitad del volumen de agua extraída para uso doméstico por la población mundial y representan la base del suministro de agua potable, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas. Si por ejemplo se agotan por el exceso de bombeo para regadío, o se contaminan con agrotóxicos, se afecta severamente la disponibilidad de un bien público esencial para la vida humana. Además, como señalamos anteriormente, se deterioran los suelos productivos y el desarrollo asociado a su explotación.

Sin embargo, el primer paso en la valorización de las aguas subterráneas es asumir que sabemos muy poco sobre ellas. Es necesario diseñar proyectos y políticas sostenibles que puedan aportar información sobre su ubicación y disponibilidad. Promover investigaciones sobre su estado para orientar acciones que puedan mejorar la eficiencia de su gestión y la protección de un verdadero tesoro que tiene múltiples funciones para el crecimiento individual y colectivo. Las aguas subterráneas no conocen fronteras y una mirada global, colaborativa y de largo plazo es necesaria para hacer frente a los desafíos que se presentan.

La crisis del agua es una problemática que afecta al mundo entero y nos ofrece fenómenos de sequía, contaminación y desastres naturales, que daña principalmente a las comunidades más vulnerables. Las aguas subterráneas protegen nuestras costas de la intrusión de agua de mar y tienen un rol destacado en la mitigación del cambio climático preservando ecosistemas como humedales y ríos; a la vez que cuidan de su rica biodiversidad.

En América Latina, las aguas subterráneas desempeñan un papel importante en los sistemas de abastecimiento hídrico, aunque no siempre representan su fuente principal. Sin embargo sí representan el 50% del agua utilizada por el sector industrial, significando un recurso elemental para el desarrollo de sus economías. Es en este sentido que debemos cuidar especialmente su explotación, promoviendo la buena gobernanza de un recurso que el 99% del agua dulce de la Tierra.

Las aguas subterráneas representan un tesoro invisible y transfronterizo, y pueden ser la respuesta a muchos de los desafíos del futuro que la crisis del agua nos presenta todos los días. Protegerlas es un desafío, un deber y seguramente, una gran oportunidad para el planeta.

(*) Es Director Ejecutivo de Proyecto Agua Segura.

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