Servicom Global entendió que proteger vidas no es solo parte de su negocio, también es un compromiso social. Así nació una estrategia de sustentabilidad práctica, con foco en la educación y la prevención.
Servicom Global no trató la sustentabilidad como una etiqueta: la convirtió en una extensión operativa de su negocio. En lugar de lanzar campañas filantrópicas alejadas del producto, la compañía diseñó programas que muestran en la práctica el valor de un buen equipamiento: por qué un casco homologado es más seguro, cómo la indumentaria técnica reduce riesgos y qué conductas al circular ayudan a evitar siniestros.
El diagnóstico previo al plan dejó una lectura clara: la identidad de la empresa está ligada a “cuidar y proteger al motociclista y al ciclista”. La estrategia de sustentabilidad fue pensada para reforzar esa propuesta de valor y, a la vez, atender un problema social real.
Servicom Global convirtió ese análisis interno en la brújula de una estrategia práctica: identificar qué sabe hacer bien la compañía —desarrollar y comercializar equipamiento confiable— y transformar ese conocimiento en programas con objetivos claros y medibles. “Decidimos encarar la sustentabilidad desde lo que sabemos hacer. Es parte de nuestro negocio y también una necesidad social. Con los programas buscamos reforzar esa propuesta, cuidar a las personas y darles más confianza en los productos que eligen”, explica Gonzalo Córdoba, fundador y CEO de Servicom Global.
Las cifras que motivan el plan no son retóricas. En 2024, el 80% de los siniestros viales se atribuyen a errores humanos y, en Argentina, se registran en promedio cuatro muertes diarias en choques con motos. Este contexto convierte al equipamiento y la prevención en factores clave para preservar la vida.
“Implementamos nuestra estrategia, con foco en educación, en dos programas con objetivos complementarios: uno orientado a quienes están por iniciarse en la conducción o usan la moto y la bicicleta como transporte habitual, y otro pensado para la primera infancia. Ambos buscan instalar hábitos responsables y promover el uso correcto de los elementos de
protección”, detalla Bibiana Gómez, Gerente de Controller y Responsable de Sustentabilidad de la compañía que comercializa las marcas las marcas LS2, MAC, NTO, y GUD. Uno de ellos es Rodemos Seguro, iniciativa destinada a estudiantes de nivel secundario que fomenta conductas responsables y refuerza la importancia de los elementos de seguridad personal para reducir siniestros y lesiones graves. Este mismo programa también se brinda a empresas que buscan generar conciencia entre sus colaboradores.
El otro es Entre Cascos y Risas, destinado a niños y niñas de entre 5 y 9 años. Su objetivo es instalar hábitos de cuidado mediante recursos lúdicos que faciliten la comprensión y la repetición de buenas prácticas. El formato central es una obra teatral interactiva que combina actuación, música y dinámicas participativas para enseñar, de manera accesible, la importancia del casco, la vestimenta adecuada y el respeto por las normas de tránsito. La propuesta se complementa con material didáctico para el hogar: un juego de mesa diseñado para reforzar los mensajes fuera del aula. Desde su inicio en 2024 alcanzó a más de 3000 estudiantes de Ciudad de Buenos Aires y el municipio de Vicente López. A su vez, el 99% de los docentes la calificó como excelente y el 96% la recomendaría a otra institución.
“Para nosotros la sustentabilidad es parte de lo que hacemos todos los días. Si logramos que
más personas usen un casco homologado e indumentaria de protección y entiendan qué la
prevención salva vidas, estamos cumpliendo con nuestro negocio y, al mismo tiempo, con una responsabilidad social real”, concluye Córdoba.
