Una alianza para que el agua siga fluyendo en Córdoba

Equipo de Coca-Cola Argentina, Coca-Cola Andina y CICLA por el agua en Córdoba.

Coca-Cola Argentina, junto a su socio embotellador Coca-Cola Andina y la organización CICLA Desarrollo Sustentable, impulsan un proyecto de Soluciones basadas en la Naturaleza a gran escala. Una alianza donde productores, comunidades serranas, universidades, ONGs, Parques Nacionales y reservas privadas decidieron trabajar juntos con una idea clara: convertir a las sierras en la gran “esponja de agua” de Córdoba.

En las Sierras de Córdoba nace el agua que sostiene a toda la provincia. Un ecosistema que funciona como una esponja natural: absorbe las lluvias en la temporada húmeda y las libera lentamente el resto del año, alimentando ríos, arroyos y acuíferos.
Pero ese equilibrio está en jaque. El cambio climático, la pérdida de bosques nativos y los incendios vienen poniendo cada vez más presión sobre una de las principales fábricas de agua del país.

“El agua es el corazón de nuestras comunidades. En Córdoba estamos demostrando que cuando la academia, el sector público, el privado y las comunidades trabajan juntos, es posible fortalecer la seguridad hídrica y la resiliencia climática”, señaló Silvina Bianco, directora de Sustentabilidad para Argentina y Uruguay de Coca-Cola.

La estrategia combina conservación, restauración y producción sostenible, con acciones concretas y resultados medibles:

  • Restauración de suelos degradados para mejorar la absorción y retención de agua.

  • Reforestación con especies nativas para recuperar el bosque serrano.

  • Protección de nacientes y arroyos, claves en contextos de sequía.

  • Ganadería regenerativa, para producir cuidando la biodiversidad.

  • Prevención de incendios a través del fortalecimiento de brigadas locales y el conocimiento comunitario.

  • Control de especies exóticas invasoras que consumen grandes volúmenes de agua.

Los números muestran la escala del impacto:

  • 12.400 metros de alambrado para proteger vertientes.

  • 50.000 árboles nativos plantados, como el emblemático tabaquillo.

  • 4.750 metros de cortafuegos para prevenir incendios.

  • 5.000 hectáreas en transición hacia ganadería regenerativa.

  • 10.000 hectáreas bajo restauración, manejo sostenible o conservación reforzada.

Más que un proyecto ambiental, es una apuesta a largo plazo: cuidar hoy las sierras para que el agua siga fluyendo, limpia y segura, para las próximas generaciones.

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