Linfoma: una enfermedad que puede curarse si se detecta a tiempo

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Linfoma, la Unidad de Linfoma del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Británico se suma a la iniciativa global cuyo objetivo es aumentar el conocimiento público sobre esta enfermedad que se puede curar si se diagnostica y trata de manera precoz.

El Linfoma es una enfermedad maligna que habitualmente se desarrolla en los ganglios linfáticos. “Cuando tenemos el primer contacto con pacientes con Linfomas, surge casi invariablemente la siguiente pregunta: ¿El Linfoma es un Cáncer? La respuesta es que desde luego el término Cáncer es un término médico, pero que no aplica bien a los Linfomas”, explica el Dr. Germán Stemmelin, Jefe del Servicio de Hematología del Hospital Británico (M.N. 69.770).

Siguiendo esta línea, el especialista precisa que los cánceres tienen 1) un sitio primario de origen (mama, próstata, etc.); 2) diagnosticados en forma temprana, la cirugía puede cumplir un rol importante, incluso curativo; 3) los cánceres invaden estructuras vecinas; 4) por haber un sitio primario de origen, existe el concepto de metástasis, esto es la extensión más allá del sitio primario; y 5) lamentablemente, en algunas ocasiones la enfermedad está tan extendida localmente y/o tiene metástasis múltiples al diagnóstico que no tenemos alternativas terapéuticas para prolongar la sobrevida.

Sin embargo, “ninguno de los cinco puntos arriba mencionados, se cumplen en los Linfomas, esto es: 1) no hay sitio primario de origen en la gran mayoría de los casos; 2) la cirugía no cumple ningún rol terapéutico, sólo se utiliza para hacer el diagnóstico (biopsia); 3) el linfoma no invade estructuras vecinas, sino más bien los ganglios se agrandan desplazando sin invadir y ante la respuesta al tratamiento la anatomía se reestablece; 4) no hay metástasis; y 5) ningún paciente es tan frágil o tiene la enfermedad tan extendida como para no poder recibir alguna forma de tratamiento beneficiosa”, precisa el Dr. Stemmelin.

Ahora bien, ¿por qué los Linfomas son una enfermedad maligna?El concepto de malignidad no se relaciona a pronóstico o agresividad, sino a la naturaleza clonal de la enfermedad. En otras palabras, todas las células son idénticas entre sí. Cuando el patólogo dice que algo es benigno, está diciendo también que es policlonal, que no se trata de la proliferación de una única célula”, indica el especialista.

Tipos de Linfomas

Los linfomas se dividen en Linfomas de Hodgkin (Thomas Hodgkin era un patólogo) y el resto, llamados Linfomas NO Hodgkin. El Linfoma de Hodgkin se presenta mayormente en adultos jóvenes, debe tratarse siempre y tiene un índice de curación alto. Los Linfomas No Hodgkin se dividen en Linfomas B y T, dependiendo de si la proliferación es de linfocitos (una variante de glóbulo blanco) B o T. Existen más de 50 variedades de Linfomas No Hodgkin, algunas son tan indolentes o “benignas” que no las tratamos de inicio, otras, por el contrario, son agresivas y requieren de tratamiento inmediato.

“La mayoría de los pacientes consultan por el crecimiento de un ganglio en cuello, axila, ingle, etc. En ocasiones el crecimiento de los ganglios comprime órganos vecinos y genera síntomas, como tos. En otras, puede haber signos generales como fiebre o sudoración muy importante a predominio nocturno”, detalla el profesional respecto a los síntomas de alarma.

En cuanto a los factores que motivan la aparición de los Linfomas, explica que, a diferencia de otras enfermedades malignas, como el cáncer de pulmón, donde hay un factor causal (tabaquismo) en la mayoría de los pacientes, en los linfomas la situación es inversa, sólo en un porcentaje menor se puede vincular a una situación asociada (HIV, inmunosupresión, infecciones por Helicobacter pylori, etc).

Tratamientos disponibles

Los hematólogos sub-especializados en Onco-hematología tratan la mayoría de los Linfomas. Por ello, resulta muy importante contar con un equipo entrenado y personal suficiente para cumplir con la demanda todos los días del año. El Hospital Británico cuenta con una Unidad de Linfoma, creada para atender exclusivamente a esta población de manera integral, conformada por oncohematólogos, infectólogos, cardio-oncólogos, psicólogos y psiquiatras, asistentes sociales, cirujanos oncológicos, hematopatólogos, enfermería oncológica, entre otros.

Durante 2024, se han detectado 29 nuevos pacientes con Linfoma de Hodgkin y 96 nuevos pacientes con Linfoma no Hodgkin, contando un total de 125 nuevos pacientes atendidos por la Unidad de Linfoma del Hospital Británico.

Los tratamientos son muy variados, ya que existen más de 50 variedades de Linfomas. Las alternativas terapéuticas son radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia, terapias blanco, terapias celulares, etc. En Argentina contamos con la mayoría de los tratamientos disponibles en los países desarrollados”, señala el Dr. Stemmelin.

Un tratamiento innovador: terapia con CAR-T cells

Un grupo particular de pacientes que corresponde a un tipo de Linfoma no Hodgkin B, linfoma difuso de células grandes B (DCGB), presenta una respuesta a la primera línea de tratamiento cercana al 65-70%, mientras que un 30% presenta una evolución menos favorable, especialmente quienes recaen dentro del primer año del tratamiento. Desde hace dos décadas la estrategia terapéutica estándar para estos casos ha sido la combinación de quimioterapia y trasplante autólogo de médula ósea. “Con tal estrategia logramos que el 50% de los pacientes logren curarse, mientras que el resto de los pacientes que no lo logran tienen un pobre pronóstico. Sin embargo, en el mundo desarrollado (EE.UU, Europa) se dispone desde 2017 de una alternativa innovadora: la terapia con CAR-T cells, dirigida a este subgrupo de alto riesgo mejorando abruptamente el pronóstico”, destaca el Jefe del Servicio de Hematología.

Si bien esta opción aún no se encuentra disponible en Argentina, desde diciembre de 2024 contamos en el país con anticuerpos biespecíficos, una forma de inmunoterapia que ha demostrado ser muy eficaz para rescatar pacientes que recaen luego de nuestra terapia estándar. Actualmente están aprobados para su uso por ANMAT dos moléculas: Epcoritamab para el linfoma difuso de células grandes B recaído/refractario y mosunetuzumab para pacientes con diagnóstico de Linfoma Folicular recaído o refractario. Estos anticuerpos biespecíficos deben ser administrados en centros de alta complejidad, dado que pueden asociarse a eventos adversos como el síndrome de liberación de citoquinas y, en casos poco frecuentes, complicaciones neurológicas.

En el Hospital Británico se ha incorporado esta estrategia terapéutica desde el año 2023, que abre nuevas oportunidades para pacientes con enfermedad refractaria o de mal pronóstico, brindando esperanza en escenarios donde hasta hace poco las opciones eran muy limitadas.

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