Grupo L construye impacto desde la cocina hasta el barrio

Marcelo Delbarba, Director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Sustentabilidad Grupo L.

 

Con una mirada de triple impacto, Grupo L capacita, recicla, compra local y desarrolla programas que transforman realidades. Marcelo Delbarba, Director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Sustentabilidad, nos cuenta cómo se vive la sustentabilidad desde adentro.

Desde 2016, la compañía elabora reportes anuales de triple impacto, y lo interesante está en la forma en que los programas se conectan entre sí, con foco en las personas y las comunidades.“En Grupo L la sustentabilidad no es una moda, es un compromiso a largo plazo”, dice Marcelo Delbarba sin vueltas.

Una de las iniciativas más representativas del Grupo es Compre PyME, un programa que va más allá del marketing. “Nuestro crecimiento tiene que ir de la mano con el desarrollo de las comunidades. Esa idea está en nuestro ADN: nacimos como una empresa familiar”, explica Marcelo. Esto implica no solo comprarle a pymes y emprendedores, sino generar condiciones para que esas compras sean posibles: plantas elaboradoras, depósitos, inversión en infraestructura, capacitación, adaptación a contextos tan diversos como un comedor del conurbano o una comunidad a 4.000 metros de altura.

“Hace poco hicimos un acuerdo con la comunidad originaria Ingamana, en Catamarca. Les dimos capital para semillas y plantines y luego les compramos la producción de cebollas. Es un círculo virtuoso que mejora la calidad de nuestro servicio y a la vez impulsa la economía local”, cuenta Delbarba.

Pero no se trata solo de abastecerse, sino de formar, incluir y acompañar. Desde hace tiempo, Grupo L implementa un Programa Nacional por la educación, la inclusión y la igualdad de género, con foco en personas en situación de vulnerabilidad. Capacitaciones en gastronomía y oficios se convierten en oportunidades reales para mujeres que atravesaron situaciones de violencia, personas neurodivergentes o que estuvieron privadas de su libertad. “Lo más interesante es el efecto multiplicador”, subraya Delbarba. Lo que empieza como un curso, puede terminar en una salida laboral. Lo que comienza como una bandeja reciclable, termina ahorrando toneladas de plástico. Y así, lo social y lo ambiental se cruzan todo el tiempo.

La economía circular también se mide en kilos

En 2024, la empresa logró ahorrar 31,4 toneladas de plástico gracias a una serie de cambios: bandejas y envases fabricados con fibras de recursos renovables, utensilios metálicos reutilizables en lugar de plásticos, y etiquetas sustentables hechas con residuos de caña de azúcar. A eso se suma la recolección de más de 137.000 kg de cartón, 33.000 de plástico, 600 kg de papel y 12.000 litros de aceite usado. Todo recuperado en 28 puntos diferentes.

Como resultado de este trabajo, Chef Gourmet, una de las marcas del grupo, fue reconocida como carbono neutral, con el acompañamiento de Carbon Neutral+, una climate tech certificada como empresa B. “La información, la capacitación constante y la medición son clave para avanzar en este camino”, dice Marcelo.

Otra iniciativa que refleja su espíritu es Plato Limpio, que busca reducir el desperdicio de alimentos en los comedores donde operan. “En Argentina se desperdicia el 12% de los alimentos que se producen, y eso no solo afecta al acceso a la comida, sino también a los recursos hídricos del país”, explica. A través de charlas y piezas de comunicación, buscan generar conciencia y promover el consumo responsable. “Cada persona puede ser agente de cambio”, remarca Marcelo. Y agrega: “Queremos fomentar una cultura de consumo responsable en los comedores donde brindamos servicio. Por eso, Plato Limpio es también una invitación a transformar hábitos desde lo cotidiano”, subraya.

Grupo L fue nuevamente distinguido en 2024 por el programa Sello de Impacto Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en su subsello de compras. Es un reconocimiento público a empresas que contribuyen al desarrollo económico y social de los barrios populares. También aumentaron su tasa de Eje Social, impulsando prácticas de economía social y de comercio justo, en alianza con ONGs, cámaras y comunidades locales.

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