En Argentina, hay 3 millones de personas con discapacidad, pero apenas el 25% tiene un empleo formal. El problema no es la falta de talento, sino un sistema lleno de barreras invisibles. En este contexto, Galicia decidió acelerar su estrategia bajo el lema “Innovar desde la Inclusión”, un enfoque que ya no se conforma con la rampa en la puerta, sino que busca transformar la cultura organizacional.
Para el banco, la inclusión dejó de ser una política de nicho para volverse transversal. Paula Valentín, Diversity Lead, es clara: “el objetivo es que cada interacción, ya sea de un empleado o de un cliente, contemple la diversidad de experiencias reales”.
La estrategia se apoya en tres frentes que ya muestran cifras concretas:
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Accesibilidad Física y Digital: Ya tienen el 65% de sus sucursales certificadas por ALPI. En el plano digital, su web adoptó los estándares internacionales WCAG 2.2, sumando 30 funcionalidades para que cada usuario navegue según su necesidad.
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Talento y Autonomía: No se trata de “dar trabajo”, sino de identificar valor. Con apoyo de especialistas en terapia ocupacional, el banco acompaña incluso los casos de discapacidad adquirida, asegurando que el profesional pueda desempeñarse con total autonomía.
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Cadena de Valor: La mirada sustentable llega a las compras, integrando a proveedores de impacto y emprendimientos inclusivos en su ecosistema de negocios.
El “Lab de Impacto”: donde la teoría se vuelve práctica
Hace pocos días, el banco lanzó su Lab de Impacto: Innovar desde la inclusión, un espacio que funcionó como un termómetro de lo que se viene. Allí, referentes como Laura Muchnik (Háblalo for Business) demostraron que la tecnología es el gran puente para ganar autonomía en lo cotidiano.
Uno de los momentos más fuertes fue el abordaje de la neurodiversidad con PANAACEA. La premisa fue romper el tabú: las personas neurodivergentes no necesitan “favores”, sino entornos que entiendan diferentes formas de procesar la información. A esto se sumó la experiencia inmersiva junto al Teatro Ciego, donde los equipos directivos vivieron en carne propia qué pasa cuando la información es inaccesible.
La accesibilidad también es un tema de lenguaje. Junto a la consultora Libertate, el banco puso el foco en que la información financiera sea clara para todos. Desde el uso de Lengua de Señas Argentina (LSA) en sucursales hasta el diseño de interfaces con alto contraste y lenguaje sencillo, la meta es eliminar el “ruido” que excluye.
Como dice Constanza Gorleri, Chief Sustainability Officer, “el desafío es construir soluciones concretas. Con esta hoja de ruta, Galicia no solo busca ser un banco más accesible, sino demostrar que en el ecosistema corporativo argentino, la diversidad es, por lejos, el mejor motor para la innovación.






