Una alianza que combina responsabilidad por el bienestar de los chicos, creatividad e innovación tecnológica: el proyecto recibió el Premio APSAL 2025 en la categoría Comunicación en Salud.
Para que la experiencia de pasar por un consultorio médico, sea más agradable para los chicos, Diagnóstico Maipú y Rasti crearon un juguete exclusivo que replica un resonador magnético para que los chicos puedan familiarizarse previamente con el estudio y reducir la ansiedad o el miedo que suelen generar estos procedimientos.
El proyecto, que ya fue distinguido con el Premio APSAL 2025 (Premio a los Alimentos y Salud de la Argentina) en la categoría Comunicación en Salud, busca reforzar una idea central: cuidar también es acompañar desde lo emocional.
“Queríamos que los niños lleguen a su estudio sabiendo qué va a pasar, sin temor. Al experimentar en formato de juego lo que van a vivir, se sienten más seguros y tranquilos. Este proyecto refleja nuestra convicción de que la innovación en salud no se trata solo de tecnología, sino de empatía”, explicó Micaela Fioti, Gerente de Marketing y Comunicación de Diagnóstico Maipú.
“Para Rasti, transformar un resonador en un juguete fue un gran desafío de diseño. Nuestro objetivo era crear una herramienta lúdica, didáctica y fiel al equipo real, que generara tranquilidad en los chicos antes de su estudio. Es muy lindo ver cómo la versatilidad de nuestros bloques se convierte en un recurso terapéutico clave para reducir la ansiedad. Este proyecto demuestra el valor del juego en la salud, porque, definitivamente, jugar nos hace bien”, sostuvo Martín Passalia Gerente de Nuevos Negocios de Juguetes Rasti.
El resonador en miniatura, co-creado con el equipo de diseño de Rasti, reproduce fielmente el funcionamiento del equipo real, permitiendo que los niños comprendan de manera didáctica cómo se desarrolla una resonancia magnética. El juguete ya se entrega a familias que se atienden en distintas sedes de Diagnóstico Maipú y se convirtió en un recurso terapéutico clave para reducir la necesidad de sedación en estudios pediátricos.
“El cruce entre innovación tecnológica y empatía cobra fuerza en esta acción conjunta. La inteligencia artificial aplicada en nuestros equipos de resonancia permite acortar los tiempos del estudio y mejorar la calidad de las imágenes. Y el juguete, en cambio, prepara emocionalmente a los más chicos para transitarlo sin miedo. Es un ejemplo de cómo distintas inteligencias —la artificial y la emocional— pueden trabajar juntas para cuidar mejor”, agregó Fioti.
Este proyecto se enmarca dentro de la campaña institucional “Una inteligencia al servicio de otra”, con la que Diagnóstico Maipú comunica la incorporación de inteligencia artificial en sus estudios por imágenes. “La incorporación de la inteligencia artificial en los estudios por imágenes, en este caso la Resonancia Magnética, no solo representa un avance tecnológico, sino también una decisión ética y social: integrar herramientas que amplían la precisión diagnóstica sin perder de vista aquello que nos hace humanos. Porque creemos que la verdadera innovación no es solo la que optimiza procesos, sino la que profundiza el cuidado, fortalece los vínculos con la comunidad y contribuye a un sistema de salud donde la tecnología se utiliza para acompañar, escuchar y sanar mejor”, concluye Fioti.
