Con una innovación inédita en el país, Mastellone presentó el nuevo pote encartonado de su queso crema Finlandia. El envase, desarrollado junto a Envases Group, combina plástico y cartón certificado, permitiendo reducir hasta un 20% el uso de plástico virgen y mejorando la experiencia del consumidor.
“El Finlandia es un producto muy premium y muy valorado por nuestro consumidor, pero sentíamos que había un desfasaje entre la calidad del producto y el material del envase”, explicó Gastón Domínguez, gerente de Packaging de Mastellone Hnos. “Con esta innovación logramos mejorar la experiencia del consumidor y, al mismo tiempo, dar un paso concreto hacia envases más sustentables”.
Para dar forma al proyecto, Mastellone eligió a Envases Group como socio estratégico. Se trató de un reencuentro: ambas compañías habían trabajado juntas en el pasado, pero la relación se interrumpió en el marco de crisis económicas. “Lo más difícil no es tener la idea, sino llevarla a cabo. Encontramos en ellos un aliado que quiso invertir y apostar por esta innovación inédita en el país, que combina lo mejor del plástico y lo mejor del cartón”, destacó Domínguez.
La tecnología
El nuevo pote consiste en un envase de poliestireno, en contacto directo con el alimento, recubierto por una faja de cartón proveniente de fuentes certificadas por FSC. Esta faja mejora la calidad visual y las posibilidades de impresión del envase, y además permite separar fácilmente ambos materiales para su reciclaje.
“En esta primera versión alcanzamos una reducción del 8% en el consumo de plástico, lo que equivale a más de 25 toneladas de plástico al año (poliestireno). Pero nuestro objetivo es llegar al 20% en Finlandia y avanzar hacia un 30% en todo el portafolio de Mastellone al 2030, en línea con nuestro plan de envases sustentables”, detalló Domínguez.
En la misma línea, Domínguez señaló que “el consumidor argentino muestra una gran preocupación por los temas ambientales, sobre todo los más jóvenes, que son cada vez más protagonistas en la decisión de compra. Este tipo de innovaciones nos permite acompañar esa demanda y facilitar su participación”.
La compañía ya analiza extender la tecnología a otros productos icónicos, como el dulce de leche. “Ahí el impacto sería aún mayor, pero queremos hacerlo con la misma tranquilidad y seguridad con la que trabajamos en Finlandia, garantizando la conservación del producto y una correcta ejecución en el punto de venta”, adelantó Domínguez. En paralelo, están preparando una estrategia de comunicación en redes y medios para que el consumidor pueda entender de manera clara cómo funciona esta innovación y qué cambia en su experiencia diaria.