“El cambio climático no puede detenerse sin descarbonizar el transporte urbano”

Ester Litovsky, directora de Planeamiento Estratégico de Emova.

En el marco de la semana de la Movilidad Sustentable, Emova -empresa concesionaria de la red de Subtes de Buenos Aires- presentó los desafíos y logros del subte para incentivar su uso como la solución más sustentable a la hora de movilizarse en la Ciudad.

De acuerdo con estudios realizados, el viaje estándar de una persona en automóvil genera aproximadamente 950grs. de dióxido de carbono (CO2), una cantidad alarmante para nuestra salud ambiental y el clima global. En contraste, el mismo trayecto realizado en el subte reduce esa emisión a tan solo 250grs. de CO2, lo que representa una reducción del 73%. Este dato pone de manifiesto el papel crucial que desempeña el transporte público subterráneo en la mitigación de los gases de efecto invernadero.

Además de la evidente ventaja ambiental, el subte aporta otros beneficios claves para el tránsito de la Ciudad. Un solo vagón de subte tiene la capacidad de transportar la misma cantidad de personas que 900 automóviles.

Mariana Giacumbo, gerente de Relaciones Institucionales y Medios de Emova.

“El subte es el medio de transporte sustentable por excelencia. En este marco, desde el 2017 la Línea H cuenta con la certificación ISO 14001, lo que valida los estándares de gestión ambiental alcanzados, y nos encontramos trabajando para implementarlo en otras Líneas de la red”, afirmó Mariana Giacumbo, gerente de Relaciones Institucionales y Medios de Emova.

 

Descarbonizar el transporte público

“La concientización y la educación sobre la importancia del transporte público son fundamentales en el mundo, tanto para los ciudadanos como para los líderes gubernamentales”, destacó Ester Litovsky, quien ocupa diversos roles clave en el ámbito del transporte. Además de ser Directora de Planeamiento Estratégico de Emova, Litovsky también se desempeña como Presidenta de UITP América Latina (Unión Internacional de Transporte Público), Coordinadora del Comité de Planificación de ALAMYS (Asociación Latinoamericana de Metros y Subterráneos), y forma parte del Steering Committee de COMET (Community of Metros Benchmarking Group), coordinado por el Imperial College de Londres. Pertenecer a este comité, compuesto por los 45 sistemas de transporte subterráneo más importantes del mundo, es de suma importancia, ya que permite llevar a cabo exhaustivos estudios de benchmarking que son seleccionados de manera colaborativa entre sus miembros.

Desafortunadamente, el uso generalizado de automóviles particulares desencadena una serie de impactos negativos que abarcan desde el cambio climático hasta la contaminación atmosférica y acústica, pasando por la congestión del tráfico, la inseguridad vial, la falta de inclusión social y de espacio en las áreas urbanas, así como la disminución de la productividad y competitividad económica.

De esta manera, Litovsky subraya la urgente necesidad de reducir el impacto del transporte en el cambio climático y enfatiza: Reducir el impacto del transporte sobre el cambio climático es una de las prioridades más urgentes. Es imposible mitigar emisiones si no se actúa sobre el transporte”.

Las ciudades desempeñan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que son responsables de aproximadamente 3/4 partes de las emisiones de carbono. En el caso de Argentina, donde el 90% de la población reside en entornos urbanos, el problema se agrava aún más. A pesar de un crecimiento notable en la adopción de vehículos eléctricos, todavía el 97% de los vehículos utilizan combustibles fósiles. Con la proyección de un aumento en la motorización, se anticipa un aumento del 60% en el impacto del transporte en el cambio climático. La clave está en la transición hacia el uso de autobuses eléctricos y, de manera fundamental, según remarca Litovsky, en “persuadir a los usuarios de automóviles particulares para que opten por el transporte público. La descarbonización del transporte urbano es esencial para detener el avance del cambio climático”, sintetiza la experta.

Adicionalmente, Emova genera iniciativas de mejora en materia de gestión ambiental como la utilización de luminarias LED en las estaciones, la incorporación de sistemas para favorecer el ahorro de agua y la disposición de cestos para separar los residuos reciclables de la basura común. En la misma línea, se innovó en sistemas que utilizan la energía que se genera al frenar para impulsar otras formaciones, logrando un recupero energético de aproximadamente el 30%. Además, las escaleras mecánicas disminuyen su demanda energética un 35% cuando no son utilizadas.

Asbesto vs. realidad

Durante un largo período, el asbesto se consideró un producto milagroso. En la actualidad, este material se encuentra presente en todo el mundo, y se estima que cada persona tiene aproximadamente 25 kg de asbesto a su alrededor. Sin embargo, solamente 1/3 de los países del mundo prohibió su uso, incluyendo Argentina.

“Es importante destacar que el Plan de Desasbestizado en la red no supone ningún riesgo para los trabajadores ni usuarios. Los elementos positivos encontrados son rotulados y solo pueden ser manipulados por empleados capacitados y con los elementos de protección personal”, explicó Litovsky. El objetivo que se fijaron es la eliminación progresiva de este material en el subte.

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