“Al residuo no lo vemos como un problema sino como una oportunidad”

Juan Alonso, jefe de Gestión y Control Ambiental de Mastellone Hnos.
Juan Alonso, jefe de Gestión y Control Ambiental de Mastellone Hnos.

Con su nuevo Centro de Circularidad de Residuos, Mastellone proyecta alcanzar enterramiento cero en 2024.

Mastellone Hnos.continúa con paso firme hacia la sostenibilidad, ahora con la inauguración de su Centro de Circularidad de Residuos (CCR) en su principal complejo industrial en General Rodríguez. Esta iniciativa, que representa una inversión total de u$150.000 dólares y más de un año y medio de arduo trabajo, busca mejorar la gestión de residuos y promover una operación más sustentable.

El CCR es un espacio innovador y exclusivo diseñado para clasificar, compactar y almacenar los residuos generados en los distintos sectores de la planta industrial. Su objetivo central es elevar la sostenibilidad del proceso productivo de la compañía a través de una gestión más eficiente de sus desechos.

Si bien en muchos sectores se habla de “isla ecológica” al área destinada al tratamiento de residuos, en el caso puntual de la compañía láctea, consideraron que esa denominación abarcara todos los conceptos y objetivos que buscaban.“Por eso creemos que el CCR responde a nuestros propósitos, que básicamente se trata de gestionar al residuo como un recurso para poder insertarlo nuevamente en la cadena productiva. Al residuo no lo vemos como un problema sino como una oportunidad”, señaló Juan Alonso, jefe de Gestión y Control Ambiental de Mastellone Hnos.

Al seleccionar, compactar y enfardar los residuos, el centro concentra los rezagos en un área específica, reduciendo el impacto en otras partes del Complejo Industrial. Esto permite mantener altos estándares de almacenamiento ordenado y un procesamiento seguro de los materiales.

Como si fuera poco, el centro no solo contribuye al mejoramiento del entorno, sino que también preserva los residuos en condiciones óptimas para su posible uso como insumos en la creación de envases y productos confeccionados a partir de materiales reciclados. Además, la alta tasa de compactación lograda allí tiene un impacto positivo en la eficiencia del transporte, disminuyendo la huella de carbono asociada.

La visión de Mastellone es clara: cambiar de un modelo de transición lineal a un modelo productivo circular, con un objetivo de “enterramiento cero” para 2024. “En los últimos diez años, redujimos 50 toneladas de residuos(de 250 a 200 toneladas) y aumentamos la tasa de reciclaje en casi 13 puntos, con un reciclado del 97% en el complejo en 2022”, enfatiza.

Capacitar para cambiar hábitos

Tal como detalló Alonso, actualmente la tasa de reciclado en el complejo es del 97% mientras que el 3% restante se envía a relleno sanitario, este porcentaje representa aproximadamente 5 toneladas.

Para llegar a esta instancia, es fundamental la clasificación correcta del residuo, por eso cuentan con 12 estaciones para identificarlos con diferentes cestos, con colores definidos y constantes capacitaciones a sus colaboradores. Antes del 2022, se clasificaba a cielo abierto con bateas, almacenando en planta con otras condiciones de trabajo. “Es un tema cultural, un cambio de hábito de cada uno de los colaboradores. De tener un cesto cada uno en su escritorio, pasamos a tener estos espacios donde cada uno tiene que clasificar su residuo para poder contribuir con este objetivo que nos hemos fijado como compañía”, asegura.

Además de brindar capacitaciones internas, fue necesario extender estos mismos procesos a sus proveedores, con el propósito de instruirlos en esta forma de manejo de residuos e incorporarlos en la cadena productiva correspondiente. La planta recicla diferentes tipos de materiales, como cartón corrugado, envases tipo tetra, sachets y plástico PET. Sin embargo, aún quedan materiales por fuera del alcance actual y ese es el gran desafío que tienen por delante.

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