Cuando los organizadores de la Asamblea General de la ONU convocaron a los jóvenes para una cumbre paralela a la de los líderes mundiales para septiembre de 2019, Bruno Rodriguez decidió postularse. Llevaba varios meses de militancia contra el Cambio Climático. Apenas conoció la lucha de Greta decidió organizar junto a otros jóvenes la versión local del movimiento de la adolescente sueca. Aquí le pusieron el nombre de Jóvenes por el Clima para que tuviera una característica local. Y desde entonces, no pararon.
“Somos un movimiento popular, latinoamericano y combativo. Estamos a favor de la disidencia política en el ámbito institucional y nuestro objetivo es modificar de raíz a las instituciones haciéndolas verdaderas casas de los pueblos”, declara este joven de 20 años estudiante de Derecho que dedica su vida a la militancia social y agrega: “La Agenda de Crisis climática está atravesada por la agenda de Derechos Humanos, por eso en las últimas marchas se sumaron movimientos sociales que no estaban familiarizados con los temas ambientales, pero entendieron la interseccionalidad de temáticas que no se pueden esconder bajo ninguna cortina”.
-¿Cómo llegaste al tema? ¿Siempre te interesaron las temáticas ambientales? ¿Cómo vas involucrándote?
-En principio si, desde chico, pero cuando llego al secundario y me involucro en el equipo de Naciones Unidas de ORT donde se simulaban debates internacionales entre distintos Estados sobre temáticas ambientales o vinculadas a temáticas sociales. A partir de mi formación en ese ámbito extra curricular pude entender que existía un vínculo entre la promoción de los derechos humanos, cómo se vulneran los mismos y el avance de la crisis climática.
Comencé a leer todo lo que podía, sobre todo material publicado en Alemania y cuando egresé y vinieron las vacaciones explota el movimiento de Greta y bueno acá estamos.
-¿Qué tan importante fue vincularte con otros que tenían la misma necesidad o motivación?
Jóvenes x el Clima cuando nace como movimiento fue incorporando a pibes y a pibas de distintas experiencias en permanente conciencia de militancia, con distintas vertientes de militancia ambiental que convergieron en un mismo sujeto que es Jóvenes por el Clima.
-¿No existía otro movimiento que los identificara, que los inspirara?
La verdad que no, me sentía muy poco representado por todas las organizaciones de militancia ambiental porque entendía que había una visión muy centrada en la responsabilización de la ciudadanía y en la modificación de sus hábitos de consumo general como primer vía de transformación que para mí no era así por la gravedad de la situación. Igualmente valoramos el trabajo que han hecho por colocar el tema en agenda pero creo que hay una necesidad muy fuerte de renovación en ese sentido y me gusta la prueba que se está haciendo por las nuevas organizaciones ambientales, claramente liderada por jóvenes.
DEMANDAS:
Suspensión inmediata y absoluta del Proyecto Vaca Muerta.
Prohibición en el uso de insecticidas, fungicidas y herbicidas en la producción agraria.
Contenidos ambientales en la curricula de la educación básica y secundaria.
Modificación en el Código Penal para aquellas empresas que incumplan normativas ambientales
-Si tuvieras que nombrar características de estas nuevas organizaciones lideradas por jóvenes…¿Cuáles serían?
-En un principio creo que las características más importantes de estas organizaciones es autoconcebirse como movimiento sociales, esa es la visión principal porque rompe muchísimo con una línea tradicional de militancia en una estructura más anclada en ONG, las organizaciones de la sociedad civil y empiezan a considerarse como movimientos sociales.
Otra es la extravinculación de luchas que existen, la agenda de Derechos Humanos y otras problemáticas políticas que se fueron poniendo en agenda a raíz de la aparición de estos movimientos. Por ejemplo en Jóvenes por el Clima, se dan talleres internos que se dan para la militancia del ecofeminismo, en ese sentido esa caracterización se diferencia muchísimo de las otras organizaciones.
¿Cómo se sostienen?
Somos inorgánicos, no recibimos fondos, nos autogestionamos. Por supuesto que hay excepciones como ER, pero ellos tienen otra forma de militancia que si bien compartimos en algunos puntos en otros no. Nosotros no creemos que el camino sea la desobediencia civil porque eso pondría en la línea de fuego, o choque para que no sea tan duro, a los más vulnerables. Nadie nos va a venir a reprimir a nosotros, ahora, en provincias como Salta, Chaco, Formosa, Jujuy, o donde los pueblos originarios corten una rota o paren la salida de un yacimiento no será así y eso lo tenemos muy claro.
Otra diferencia es que trabajamos con las agendas locales, muy focalizadas y eso lo logramos porque pensamos internacionalmente pero actuamos localmente.
-Ustedes presentaron una agenda de abordaje al Ministerio de Ambiente…
-Hay una agenda que se enmarca en el contexto nacional y luego cada organización provincial tiene la agenda que aplica a la localidad con las problemáticas de cada provincia o incluso de cada localidad.
A nivel nacional exigimos, a partir de cómo se van desarrollando los emprendimientos extractivistas, la suspensión absoluta de la explotación de Vaca Muerta.
¿Pero qué ocurre con los que significa Vaca Muerta para la reactivación de Argentina?
Nosotros pugnamos por una modificación del paradigma económico que se tiene sobre Vaca Muerta, y es una relación muy simple. Vos estas explotando un yacimiento a partir del cual se obtendrán ciertas divisas importantes en el contexto de crisis social y económicas que atraviesa la Argentina. Pero una vez que se materialicen las consecuencias de la contaminación que acarrea toda la explotación de ese yacimiento los costos que vamos a tener que pagar en términos de pérdida de naturaleza, pérdida de territorios, contaminación serán mucho más altos que los réditos que se van a tener por su explotación.
Es muy complejo el debate sobre todo si hablamos de Energías Renovables en Argentina. La matriz energética del país se fue construyendo por la importación de partes, hoy no contamos con proveedores locales, ni con capital humano para que pueda desarrollar esta industria.
Incluso hoy vemos un cambio del discurso y de la estrategia de las extractivas, fíjate que hacen publicidad de su negocio de renovables, pero cuando vas a ver te encontras que es inexistente dentro del volumen que mueven y los presupuestos que tienen destinados a este tipo de producción prácticamente no existen.
“En Argentina hay una falsa grieta…y los políticos juegan en ella. Tiene que haber un recambio, y los jóvenes que integran esos partidos de mayoría son los que tienen que surgir” –Bruno Rodriguez-
-¿Pudieron exponer este punto con el Gobierno? ¿El sector privado forma parte de esta mesa? ¿Se lo han podido presentar?
-A nivel nación trabajamos con el Ministro Cabandie y sus equipos técnicos, realmente hemos encontrado un Ministro abierto, más allá que lo veníamos haciendo. Nos hemos encontrado desde que asumieron en tres oportunidades con él y a partir de ahí comenzamos a trabajar con sus equipos. Este tema le interesa.
En el sector privado encontramos otro tipo de respuesta. En las extractivas un silencio total, no hemos podido tener un acercamiento o una reunión. Si con las empresas de tipo B, estamos participando en distintas reuniones con el Consejo Argentino de tipo B, básicamente lo que están haciendo es virando al carbono neutro, promover proyectos de energías renovables…
-¿Ahora cómo ven a las empresas que actúan en Vaca muerta, ven posible este tipo de articulación?
– Se dificulta la llegada que podemos tener nosotros como movimiento juvenil a esas grandes entidades. Por eso simplemente articulamos con empresas B, la llegada es nula…
-¿Les interesaría que se generara el vínculo?
-Nos encantaría nos escuchen y poder compartirles cuáles son las alternativas que vemos y que hoy se están trabajando en esas mesas ministeriales. Que entiendan las nuevas lógicas que estamos trabajando. Nosotros nos movemos dentro de la lógica de saltar de la protesta a la propuesta, igualmente entendiendo que somos pibas y pibes manifestándose y las responsabilidades están puestas en sectores muy específicos.
-¿Qué exigencias tienen desde las provincias para el Gobierno?
-El Sur y el norte y tiene que ver con la prohibición completa de la utilización de pesticidas estamos articulando muchísimos con movimientos de la vida campesina cuyas prácticas de agroecología no son visibilizadas como posibilidades reales de prácticas de explotación de alimentos. En ese sentido queremos comenzar a generar redes de comunicación popular para comenzar a dar visibilidad a estas prácticas y proyectos.
Algo que nos interesa es ver la posibilidad de incorporar reformas que tienen que ver con lo penal,penalizar a empresas que incumplan con normativas ambientales ya vigentes. No que paguen las multas, sino que vayan presos.
-¿Qué ocurre con la agroindustria?
Es un punto importante porque cuando hablamos de Cambio Climático nos focalizamos en las extractivas, y para nosotros hay dos grandes puntos, uno claramente son ellas pero el otro del que nadie habla es el de la industria agroalimenticia, sobre todo en nuestro país y en el resto de los países latinoamericanos. En nuestro país el 33% del infecto invernadero es aportado por esta industria, con lo cual es muy importante.
Hay que poner en tela de juicio cómo está funcionando el sistema de producción de alimentos en Argentina que acarrea por unificación de unidades productivas y muchos tipos de contaminación que no necesariamente hacen a cambio climática pero aportan. Erosión de suelo, la falta de cultivos rotativos, la explotación del pequeño productor, la modificación en la producción de carne, la falta de un manejo responsable no sólo de los pesticidas o insecticidas que utilizan sino también de los envases. También el tema de los bancos de semillas y la normativa que se está impulsando para terminar con ellos.
–¿Cómo llegan a las organizaciones sociales?
-Las organizaciones nos comenzaron a conocer a partir de lo que publicamos en redes sociales y de ahí nos comenzamos a vincular. Ahora, ¿por qué nos llamaron cuando vieron esas publicaciones en instagram? Y fue por la forma en que explicábamos la problemática generaba una interpelación muy directa a esas organizaciones porque es muy distinta la visión que tenemos de la problemática ambiental en relación a lo que se venía diciendo anteriormente.
Hablamos del riesgo de la crisis climática como un tema político, social y económico. En este sentido estas organizaciones que trabajan en lugares donde el Estado no está presente ven que hay un montón de problemas vinculados al hábitat, casos de naturalización de falta de derechos, falta de acceso a agua, cloacas y empiezan a concebirse como organizaciones ambientales por el simple hecho de verse presentes en el territorio. Eso me voló la cabeza porque me di cuenta que hay un montón de organizaciones ambientales que no se conciben como tales pero que están haciendo un laburo plenamente vinculado a los derecho ambientales. En ese sentido al mostrar esa perspectiva se sumaron y gracias a ellos hemos logrado lo que logramos…
-¿Qué otras organizaciones tenemos en Argentina con las características de ustedes?
-Hay varias, hoy por ejemplo, hay una coalición de la sociedad civil, bastante más Alianza por el Clima, son muchas ong, muy distintas que adoptaron un discurso similar al nuestro con lo cuales estamos articulando.
-¿Cómo fue tu encuentro con Greta?
-Hablé 10 minutos en privado justo antes de intervenir en Naciones Unidas y charlamos más que nada de las diferencias que tienen las organizaciones de Jóvenes por el Clima en el norte y la agenda de Latinoamérica. Me sorprendió muchísimo el conocimiento que tenía de la problemática, ella decía que nosotros hicimos un gran trabajo con todo lo que tuvo que ver con las movilizaciones y recién están comenzando. También me dijo algo que todos sabemos, los europeos tienen pocos problemas coyunturales con lo cual todo lo que ella haga tiene mucha visibilidad a nosotros la coyuntura nos destruye. Con lo cual se comprometió a estar atenta a las problemática de Latinoamérica y se comprometió a acompañarnos.
-¿Qué visión tenes de los Diputados Verdes?
– En lo personal como militante político no me veo representado por ningún sector, claramente ellos están lejos de la agenda ambiental que promovemos, incluso de esta vinculación entre lo ambiental y lo social.
En Argentina hay una falsa grieta…y los políticos juegan en ella. Tiene que haber un recambio, y los jóvenes que integran esos partidos de mayoría son los que tienen que surgir. Con ellos sí articulamos. Los pibes y las pibas de los Radicales, La Cámpora, la Izquierda tienen muchos intereses que nos unen.
