¿Cuál es la ventaja para la comunidad?

El Foro Internacional RedEAmérica realizado en la ciudad de Córdoba, convocó a destacados expositores para tratar temáticas que giraron en torno a el rol de la empresa en el Desarrollo Sostenible. Margareth Flores, Directora Ejecutiva de RedEAméricaabrió el debate sobre la incorporación de las comunidades en el modelo de negocio de las compañías. En Visión Sustentable les presentamos las respuestas que dieron Carolina Alvaer Sevilla, Directora de Sustentabilidad de FEMSA México; Beatriz Mejía, Directora Ejecutiva de la Fundación Smurfit Cartón, Colombia, y Mónica Camisasso, Gerente de Relaciones con la Comunidad del Grupo Arcor; a la pregunta de Flores sobre ¿Cómo sus negocios contribuyen al Desarrollo Sostenible de las comunidades donde están presentes?

Para Beatriz Mejía, Directora Ejecutiva de Fundación Smurtif Certón, Colombia: “Creo que todavía somos reactivos, nos hace falta avanzar aunque la tendencia sea que los conceptos de Sostenibilidad estén inmersos en las misiones de los negocios. Las empresas todavía no hemos dado el paso suficiente a ser más estratégicos, todavía actuamos con mucha reacción frente a las situaciones que vivimos en los entornos, sobre todo frente a los impactos que generamos las empresas en ellos. No soy pesimista, pero creo que nos falta aún más recorrer un camino estratégico de construcción. También, creo que cada vez la sociedad requiere más materialidad frente a lo que hacemos y demostrarlo en los reportes. Es una participación mucho más activa con las comunidades, en compañía de ellas. Esto es una tendencia que no solo toca a las empresas grandes, sino que cualquier tipo de empresa lleve inmerso en su corazón la sostenibilidad, si quiere vivir en el tiempo”

Para Mónica Camisasso, Gerente de Relaciones con la Comunidad del Grupo Arcor: ” En el caso de Arcor, una empresa productora de alimentos de 65 años, nacida en un pueblo del interior de la provincia de Córdoba, con lo cual, desde un inicio estuvo vinculada fuertemente con las comunidades que la rodean y en su proceso de desarrollo fue instalándose en las comunidades pequeñas y medianas. No obstante, a la luz del crecimiento de la empresa y de las nuevas tendencias, en 2.006 fue cuando la empresa logró formalizar la estrategia y política de esta práctica que estaba instalada desde lo cotidiano pero sin una línea estratégica para ir integrándola en el corazón del negocio. Hoy hemos pasado del concepto de RSE al de sustentabilidad entendiéndola en el hacer del negocio”.

Para Carolina Alvear Sevilla, Directora de Sustentabilidad de FEMSA, México: “Yo creo que la sostenibilidad es una evolución que te lleva a ser responsables con las comunidades y a integrar elementos de la comunidad en tu diseño de negocio.No es sencillo, tenemos tres unidades de negocios muy grandes, 12 países, 11 en América Latina, somos una franquicia de Coca-Cola, tenemos operaciones en Buenos Aires, una empresa de retail con 16 mil tiendas que atienden a 12 millones de personas todos los días. Con lo cual estamos inmersos en las comunidades que tienen problemas de los cuales nosotros somos parte.Esto nos llevó en 2012, a hacer un estudio de materialidad en cuestiones de medio ambiente, comunidad, cultura, valores. Nos preguntamos cuáles eran los temas que nos afectaban y en los que podíamos tener mayor impacto positivo y negativo. Hicimos un modelo de atención de riesgos y a relacionamiento comunitario y eso abrió la mente de los estrategas de negocio para ver que tienen que pensar en la comunidad antes de enfrentar una crisis. Y después se abre la puerta a muchas oportunidades. Antes del estudio el pilar Comunidad era el menos atendido.

Hay dos ejemplos que tengo: en México, tuvimos un problema con una planta cerrada por tres meses por tres señoras. Y de verdad estaban haciendo un reclamo que no existía, pero no sabíamos quiénes eran, aunque llevábamos 30 años siendo vecinos. El otro ejemplo es más bonito: en el retail de tiendas tenemos una tarjeta de servicios. En México, aproximadamente el 50% de la población no está incluida en el sistema financiero porque no pueden constatar que tienen ingresos. Hace cuatro años sacamos una tarjeta que es como de débito, para tenerla tienen que pagar U$ 50 y les pueden depositar hasta U$800 al mes. Han comprado 6 millones de personas estas tarjetas, probablemente 4 de esos 6 millones no tenían acceso al sistema. Por supuesto que estamos ganando dinero con esto, pero al mismo tiempo estamos atacando un problema social y eso es válido”.

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