Yamaha Motor Argentina anunció la instalación de 400 paneles solares en el techo de su planta de producción, como parte de un plan integral de sustentabilidad y en línea con el propósito global de la marca en reducir las emisiones para 2035.
Esta acción permitirá abastecer el 100% del consumo energético de la nave productiva y un 70% del total de la planta, incluyendo áreas comunes y la planta de tratamiento de afluentes.
En cuanto a la potencia instalada, el alcance será de 244.0 kWp con una generación anual estimada de 438.041 kWh, lo que representa un ahorro de 41Mwh al año, es decir, el equivalente al consumo de 73 hogares. Con esta transformación en su modelo eléctrico, Yamaha proyecta una reducción de 120 toneladas de CO₂ para 2026, disminuyendo casi un 67% con relación al año en curso, lo que le permitirá ampliar la presencia de energías limpias en su matriz energética y proyectarse como a una industria más sostenible.
Desde la compañía manifiestan que la instalación de los paneles solares llega en un momento clave, ya que actualmente están trabajando con dos líneas productivas en simultáneo para aumentar los volúmenes de las motos que fabrican, obligándolos a tener un mayor consumo energético. En este sentido, dicen, es fundamental lograr un autoabastecimiento que disminuya la dependencia del sistema eléctrico para no sobrecargarlo, considerando además que se aproximan los meses de verano y la demanda aumentará.
“En Yamaha Motor entendemos que el cuidado del ambiente no es una opción, sino una responsabilidad que tenemos como actor en la sociedad. Este proyecto es parte de una estrategia integral que busca hacer nuestro negocio más sostenible, reduciendo los GEI y contribuyendo activamente a los objetivos globales de descarbonización. Estamos comprometidos con una industria más consciente, que genere un impacto positivo en la comunidad”, destacó Diego Cammisa, Presidente de Yamaha Motor Argentina.
Yamaha viene impulsando distintas acciones para mitigar el cambio climático, con foco en la eficiencia energética. Entre ellas, desarrolló un protocolo de optimización en sus máquinas productivas que permite reducir los tiempos de encendido y activar la parada automática cuando no están en uso. Además, está avanzando en un plan para reemplazar por completo su sistema de iluminación por luminarias LED de bajo consumo.
La conciencia ambiental también es social
Hablar de sostenibilidad solo desde lo ambiental es quedarse a mitad de camino. Por eso, cada vez más empresas integran la dimensión social en sus estrategias de economía circular. En esa línea, Yamaha implementa una política activa de gestión integral de residuos, con separación de cartón, papel y plástico. Solo en 2024 generó 558 toneladas de residuos, de las cuales 511 (un 92%) se clasificaron como reciclables y fueron enviadas a centros de recuperación urbanos, en alianza con la Cooperativa de Trabajo Ayelén, ubicada en Moreno, muy cerca de su planta de General Rodríguez.