ACDE pidió “liderar los cambios sin dejar a nadie al costado del camino”

Silvia Bulla, presidente de ACDE.

La entidad que nuclea a empresarios cristianos de Argentina realizó su 3° Jornada de Sustentabilidad a 10 años de Laudato Si

A 10 años de la Encíclica Laudato Si del papa Francisco, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) realizó hoy su 3° Jornada de Sustentabilidad “Queremos ser sustentables, ¿de verdad?”, en la que emprendedores, empresarios, referentes del sector público, privado y académico, debatieron sobre cómo abordar de manera consistente los principales desafíos que enfrenta Argentina en materia social y ambiental.

“Como empresarios cristianos creemos en la inclusión social a partir del trabajo. Hoy estamos frente a un ciclo nuevo en lo económico en el que se han dado los pasos correctos para estabilizar la economía y queremos ser optimistas de cara al futuro. Pero ese futuro tiene que ser con las personas en el centro y nos tenemos que ocupar que los cambios no dejen a nadie al costado del camino”, dijo la presidente de ACDE, Silvia Bulla.

En ese sentido, Ana Pico, directora ejecutiva de la entidad, apuntó: “Francisco puso en el centro del debate global el cuidado de la casa común, poniendo a las personas en el centro. Siguiendo con su legado entendemos esta jornada como uno de los momentos más importantes del añpara los empresarios cristianos“.

En esa línea, Gabriela Aguilar, vicepresidente para LATAM de Excelerate Energy; María Beatriz Giraudo, vicepresidente de INTAJosé Luis Inglese, vicepresidente del Consejo Latinoamericano del Agua y Andrea Afranchi, especialista en gestión de la energía y transiciones energéticas justas, coincidieron en que nuestro país “Cuenta con un gran potencial de recursos” y se preguntaron: “¿Cómo compatibilizar de la mejor manera posible el cuidado de la Casa Común con la necesidad de generar desarrollo, empleo, disminuir pobreza y promover la inclusión y la educación?  “Tenemos recursos naturales, talento y energía emprendedora, pero tenemos mucha gente excluida”, abrió Afranchi.”

En ese sentidoGiraudo planteó: “El mundo pide al sector agrícola que produzca más con menos: que sea más eficiente en el uso de ese 3% de tierras cultivables que tiene el planeta. Argentina es uno de los países que mejor se ha posicionado en esta agenda, porque hace más de 40 años trabajamos con ese concepto, cuando los productores nacionales advirtieron el deterioro de la calidad del suelo y recurrieron a la tecnología de siembra directa para revertirlo”.

Luego, Inglese reflexionó sobre el impacto del sector minero: “No hay ninguna posibilidad de desarrollo humano si la producción y gestión de energía, alimentos y agua no van de la mano y no tenemos un desarrollo sustentable de la minería. Puede hacerse todo esto responsablemente”, dijo y pidió que en el país se estimulen capacidades en conocimientos STEM: “Es la única manera de ganar competitividad a escala global”. Del mismo modo, Aguilar, en referencia al sector energético, apuntó: “En nuestra industria hay lugar para todos. Es posible conectar el sector energético con el desarrollo económico y social sustentable, conectando con las PyMES. En el sector necesitamos recursos económicos, financieros, talentos jóvenes y diversidad para desarrollar los enormes recursos energéticos que tiene la Argentina, y que constituyen una oportunidad única para nuestro país”.

En el segundo panel, Ciudades sostenibles y humanas: una articulación público-privada basada en el bien común, se repasaron ejemplos de inclusión y el cuidado de la Casa Común en el espacio urbano, incluida la dimensión espiritual de las personas. Mariano Gonzáles Sáez, consejero delegado del Canal de Isabel II, planteó: “La humanidad va concentrándose en grandes ciudades y para administrar este proceso necesitamos gestores inteligentes que piensen el largo plazo, sobre todo en cuestiones vitales como el cuidado del ambiente y el ordenamiento de las cosas del espacio urbano” y recordó: “Planificar no es decidir de modo absolutista, sino de modo transparente incorporando la dimensión de la libertad y el derecho a la propiedad”.

En esa línea, Delfina Irazusta, directora del Equipo Global de RIL, agregó: “Estamos ante una crisis de creencias en torno a las cuestiones de sustentabilidad que nos tomó por sorpresa. Necesitamos gobiernos eficientes, empresas de triple impacto y sociedades comprometidas para alcanzar ciudades sostenibles.” Al respecto, Federico Gatti, gerente de administración de Ledesma, dijo: “La empresa, con la responsabilidad que tiene, debe tener en su ADN el vínculo con la comunidad y cuando falta la pata del Estado debemos sobreponernos a eso. La ética en la gobernanza, la educación y la innovación deben ser los pilares para desarrollar esa relación.” El panel fue moderado por Lisandro Mancini, socio de Vertpro.

El tercer segmento fue sobre estrategias para lograr mejores competencias humanas para mejorar los equipos. En particular, los expositores dialogaron sobre Diversidad, educación e impacto de las nuevas tecnologías, como elementos para promover espacios laborales inclusivos, sanos y armónicos. Al respecto, María Migliore, directora de Fundar, alertó: “En el mercado de trabajo tenemos hoy una máquina descalibrada: empresas que no encuentran perfiles para contratar y chicos que no terminan el secundario y no pueden acceder. Tenemos mucha informalidad, pluriempleo y malas condiciones. El rol del empresariado es ayudar a reordenar esta situación porque el costo de exclusión creciente va a ser más caro para todos” y pidió “mejorar la articulación público-privada porque cuantas más miradas participan en los procesos, mejor salen las cosas”.

En tanto, María Inés Podestá, jefa de Accesibilidad y Desarrollo de Fondos de ALPI, destacó la importancia de crear equipos multidisciplinarios y el liderazgo inclusivo para lograr organizaciones integradas: “Es fundamental trabajar con todo tipo de habilidades, innovación y creatividad”. Y José Ramón, empresario de repuestos para el automotor de Tucumán, que supera el 10% de empleados con discapacidad, contó su experiencia integradora: “Trabajar con personas con síndrome de down nos cambió la cabeza. Hacemos esto por amor, porque tener personas con distintos tipos de discapacidades no es fácil, pero la experiencia es maravillosa”. En el cierre del panel, María Eugenia Bellazzi, socia de Sustenia, invitó a “adentrarnos a la inclusión, que nos inspira”.

Gastón Bourdieu, líder de la Comisión de Sustentabilidad de ACDE, tuvo a cargo las palabras de cierre de la actividad: “El mensaje desde ACDE es para todos: sueñen, que es la manera de ponerse objetivos grandes. En Argentina tenemos una factura enorme: con todos los recursos disponibles tenemos 40% de pobreza. Caminemos juntos para construir una visión colectiva“, planteó.

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