(*) Por Florencia Salvi
En este último tiempo, no podemos negar que el clima y las expresiones de la naturaleza se han impuesto tanto en la agenda internacional como en la local. Hemos leído infinidad de artículos sobre la necesidad de hacer algo para cambiar y reparar los daños que nosotros mismos hemos causado en el medioambiente. Usar el poder de la innovación en favor nuestro y en el de los ecosistemas es un imperativo, y aunque por momentos parezca que no avanzamos en los cuidados de nuestra Tierra, creo que algunas señales son positivas.
Desde la antigüedad existió un interés profundo por estudiar la naturaleza, para entender su fuerza y su sabiduría. Sin embargo, la vida urbana nos alejó de los ecosistemas naturales, generando una pérdida en nuestro poder de observación y el olvido de lo que verdaderamente somos: una expresión de la naturaleza que vive una experiencia humana.
El llamado a cambiar para lograr la gran mentada sustentabilidad solo es posible si logramos actuar en consonancia con nuestros ecosistemas, y en sintonía, considero que existen buenas noticias para resaltar. Este año, en una de las plataformas de streaming más conocidas, se lanzó un contenido llamado “Un mundo lleno de vida”, cuyo objetivo es mostrar la inteligencia y las interconexiones de la vida en la Tierra. Sin lugar a duda, se trata de una oportunidad para abrirnos a la lógica de la naturaleza en clave de documental que, a mi juicio, es imperdible.
La necesidad de despertar una conciencia que impulse el cambio y promueva que las personas actúen con convicción para proteger y regenerar los ecosistemas, no se puede negar. Frente a las imágenes que nos llegaron a través de los medios sobre las inundaciones en Brasil y el norte argentino, es incuestionable el impacto de la intervención del hombre en el ecosistema, por lo que debemos pasar a la acción de manera urgente.
En relación con esto, un reciente estudio revela que el 45% de los jóvenes planean o deciden dejar su trabajo por preocupaciones climáticas, alegando que el estado del ambiente les despierta ansiedad. Además, el 70% de los encuestados afirman considerar las políticas ambientales de las compañías a la hora de buscar empleo. Esto se suma a que, cada vez más personas están ejerciendo distintos roles -o como solemos decir “sombreros”- que comprenden y comparten una visión sobre la importancia de poner el cuidado de los ecosistemas y de las personas en el centro de los debates. Día tras día, aumenta la cantidad de organizaciones que innovan para generar productos y servicios en consonancia con la naturaleza, reconstruyendo el ecosistema y haciendo prevalecer la salud del medioambiente y de la sociedad en su conjunto. Entonces, una vez más queda claro que la regeneración debe ser nuestro principal camino a seguir para comenzar el proceso de reparación de nuestro planeta.
Por eso mismo, en el Día Mundial del Medioambiente y en sintonía con esto, AmCham continúa premiando las mejores prácticas en sustentabilidad con la 26° edición del Premio Ciudadanía Empresaria.
Este galardón celebra las perspectivas ambientales y prioriza el reconocimiento a aquellas empresas que ofrezcan productos y servicios y que mantengan procesos innovadores a nivel de sostenibilidad y regeneración. Sean bienvenidos a formar parte de la red, a inspirarnos a una vida que mantenga mayor relación con la naturaleza y que fortalezca nuestras interconexiones.
(*) Es especialista en estrategia de sustentabilidad, procesos de diálogo e impacto social, y consultora del Premio Ciudadanía Empresaria de AmCham