Gestionar sosteniblemente nuestra Cadena de Valor

Fernando Passarelli, Coordinador Programa VALOR -AMIA.

(*) Por Fernando Passarelli

En el intento de integrar la Sostenibilidad en la gestión de la cadena de valor, las empresas necesitan una hoja de ruta consistente que les permita saber priorizar sus pasos secuenciales y progresivos en sus estrategias y operaciones.

Un factor clave en tal sentido, es conocer las oportunidades y desafíos, las fortalezas y debilidades, y contar con esa hoja de ruta, en base a esas capacidades instaladas en cada organización.

Luego de más de 10 años de trabajo especializado, no solo con grandes empresas sino también con pequeñas y medianas empresas de sus cadenas de valor, que son sus proveedores, contratistas y distribuidores, en Valor AMIA estamos implementando una herramienta desarrollada en base a estándares y normas de probada consistencia en la materia, y que permite a las empresas identificar oportunidades y desafíos, tanto en la gestión así como en los procesos de la cadena de valor, evaluando 10 componentes clave de la dimensión estratégica y 10 componentes clave de la gestión operativa, cubriendo de esta manera aquellos factores esenciales, y contrastando la gestión de la empresa con las mejores prácticas y ofreciendo indicadores de performance.

Las áreas de Abastecimiento y Compras, que son cada vez más clave para un abordaje eficiente de la Sostenibilidad, deben afrontar nuevos desafíos en la identificación de riesgos e impactos, reales o potenciales en aspectos no tradicionales que habitualmente están invisibilizados por la estreches de sus enfoques hacia temas esencialmente económicos y financieros. El ahorro, ya no puede ser un objetivo a expensas de posibles impactos negativos que traerán, más temprano que tarde, dolores de cabeza para la empresa, que se traducirán en enormes extra-costos cada vez más crecientes.

La implementación de una estrategia de Sostenibilidad supone revisar el tipo de relación que la empresa desarrolla con Proveedores y otros actores clave de la cadena de valor, para hacer un tránsito progresivo que va de relaciones puramente transaccionales a vinculaciones basadas en la confianza, el respeto mutuo y una percepción de pertenencia mutua del negocio. Por ello, en el radar de la herramienta, también se ofrece una eficiente visibilización sobre la calidad de diálogos y vinculaciones con Proveedores y otros actores clave, para aportar posibles mejoras a ser implementadas. A pesar de los esfuerzos que podemos percibir con el propósito de mejorar en el arte de comunicar los avances y logros en la gestión de la cadena de valor y a su la integración de la Sostenibilidad empresarial, haciendo un breve relevamiento de los Reportes de Sostenibilidad de las empresas locales puede apreciarse cierta debilidad en su capacidad de comunicar aspectos relevantes sobre estas temáticas. Por ello, dentro de los entregables que aporta la herramienta, se destacan aquellos destinados a reforzar la gestión de la empresa en su tarea de Comunicación y Reporte, identificando aspectos poco visibles y por consiguiente ignorados, y produciendo contenidos que fortalecen la legitimidad de la empresa y sus capacidades de generar vínculos internos y externos basados en la construcción de confianza y que refuerzan la competitividad empresarial.

Un aspecto esencial de esta herramienta es que promueve mayor relevancia a la gestión de la cadena de valor en la agenda del Directorio, y refuerza la gestión interna de los responsables de RSE o Sostenibilidad, al aportar una mirada especializada de expertos externos. Para los responsables empresariales de RSE o Sostenibilidad, esta herramienta complementada por la asistencia especializada de Valor AMIA, puede configurar una nueva oportunidad para promover nuevos temas y rescatar otros que no han logrado aún viabilidad interna, reforzando la argumentación que justifique estas iniciativas como inversiones y no como costos extra.

Estamos muy satisfechos de la experiencia práctica en terreno que está teniendo la aplicación de esta herramienta, que ya ha sido probada en algunas empresas locales y actualmente se está implementando en un grupo de 12 empresas de la Red Argentina del Pacto Global de Naciones Unidas.

Nuestra expectativa es que este modelo, se utilice de manera extendida y aporte valor a muchas empresas que están necesitando en forma ágil, integrar la Sostenibilidad en su gestión de sus cadenas de valor.

(*) Es Coordinador del Programa VALOR – AMIA.

 

 

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