#BastaDeFalsasSoluciones: el reclamo de los movimientos ambientalistas

Manifestación XR - movimientos activistas.

Por Fiorella Lotti

El martes 25 de agosto se llevó a cabo una acción nacional impulsada por movimientos activistas ambientales, se realizaron más de 25 acciones en las 23 provincias en simultáneo, tanto de manera presencial como virtual a través de redes sociales.

A nivel nacional participaron más de 200 grupos y diferentes espacios de activistas autoconvocados. En Buenos Aires, intervinieron XR Argentina, Unión de Trabajadores de la Tierra, Animal Save, Climate Save, Voicot, Alianza por el Clima, organizaciones antiespecistas, científicos como Guillermo Folguera, Movimiento de Permacultura, Museo del Hambre y Conciencia Solidaria, entre otros.

En la Ciudad de Buenos Aires la concentración fue convocada a las 15hs en  Avenida de Mayo y 9 de Julio, para realizar una marcha simbólica hacia Plaza de Mayo, “respetando la distancia social”. En todo momento, desde la convocatoria y durante la manifestación, se buscó respetar las medidas de prevención para evitar la propagación del Coronavirus.

Desde XR Argentina se realizó como primera acción una fila india con distanciamiento como forma de protesta y movilización. “Fue una acción interseccional. Convocamos a diferentes acciones descentralizadas justamente para cumplir con el protocolo sanitario, estuvimos todo el tiempo controlando las distancias, llevamos alcohol en gel y todes utilizamos barbijos”, describió Flavia Broffoni, presidenta de XR.

El reclamo fue entregado mediante una carta al Presidente de la Nación, que fue leída en la movilización por Mariela Silvestein, Presidenta de la ONG Conciencia Solidaria.  Entre las exigencias, se mencionan:

  • No al acuerdo de industrialización animal con China ni con nadie.
  • Transición urgente a un modelo agroecológico, soberano y sostenible.
  • Participación ciudadana en la toma de decisiones.
  • Frenar los desmontes, los incendios y el avance de la frontera agropecuaria.

“Nuestros reclamos principales son la urgente necesidad de participación ciudadana en la toma de decisiones respecto a las cuestiones socioambientales. Consulta Popular u otros métodos vinculantes entre ciudadanía y gobierno se vuelven imprescindibles herramientas. Detener ya la profundización extractivista, la quema de humedales, los desmontes, el avance de la frontera agropecuaria así como las mega factorías porcinas a través del acuerdo que nos quieren imponer con China”, indicó Silvestein.

Por su parte, Broffoni explicó: “Para poder llevar adelante la transición agroecológica, consideramos que se necesita abrir a consulta popular los proyectos del consejo agroindustrial argentino. Este es nuestro reclamo paraguas”. Y agregó: “Este sistema productivo-destructivo es el que genera los incendios, las sequías y el envenenamiento de las tierras, entre otras consecuencias. La agroecología no la pensamos para salir de la crisis económica, sino de la crisis social y el hambre”.

Si bien la manifestación se llevaba a cabo de manera pacífica, la policía de la Ciudad se hizo presente en la Plaza de Mayo y surgieron enfrentamientos con los manifestantes, así como algunas detenciones. Frente a la presencia policial, Broffoni tomó el megáfono y expresó ante la multitud:

“Si mencionamos cuál es el poder del agronegocio en nuestro país y queremos que nos incorporen en la toma de decisiones frente a un modelo que es la cuna del hambre, depredación en nuestras comunidades y de violencia contra nuestros territorios, viene la policía. No es casualidad. La contra hegemonía está en los ciudadanos y ciudadanas que queremos participar políticamente no cada 2 ó 4 años cuando se vota, porque sabemos que todos los partidos conviven con el agronegocio y con el extractivismo en nuestro país”.

Y continuó: “Cada vez que salimos a la calle para defender la vida tenemos esta respuesta. Porque no quieren cambiar el modelo de producción y consumo, porque cambian los partidos pero no cambia la estructura. La única opción que tenemos desde la ciudadanía va a ser desobedecer. Porque no hay ley ni partido que nos proteja y el contrato social está roto hasta que no se habilite la consulta popular”.

Por su parte, Silvestein describió: “En CABA vivenciamos una situación fuerte y tensa de violencia policial ante nuestra manifestación pacífica. Mientras transcurría la lectura de la carta entregada al Gobierno por mesa de entrada, en el centro de la plaza escuchamos gritos que provenían del otro lado y nos acercamos a ver lo que sucedía”.

Y concluyó: “Tuvimos que resistir y trasladar el acto hacia el lado de la camioneta policial como forma de exigencia para que la policía no se lleve a dos compañeres. Otra vez vivenciamos que al modelo extractivista lo defiende la fuerza policial y no el pueblo. Como aconteció en tantas provincias argentinas en las últimas décadas de resistencia pacífica y soberana”.

En contra de futuras pandemias  

Si bien en los últimos años se viene hablando de “crisis climática” con el objetivo de que la sociedad entera tome conciencia de que las consecuencias del calentamiento global están ocurriendo ahora, y que es hoy cuando se deben tomar medidas para revertirlo, el acontecimiento que revivió la lucha en los movimientos ambientalistas fue el polémico acuerdo con China para producir carne de cerdo en Argentina, conocido hace poco más de un mes.

En medio de la pandemia por Coronavirus originada en el país asiático, y luego de la gripe porcina que lo afectó y por la que asesinaron a muchos animales que padecían esta enfermedad, recientemente los gobiernos de Alberto Fernández y Xi Jinping anunciaron que firmaran un acuerdo para la venta a gran escala de carne de cerdos.

El acuerdo contempla una inversión de capitales chinos de US$ 3.500 millones para construir 25 granjas y frigoríficos planeados para llevar las exportaciones actuales de carne porcina de las 700.000 toneladas anuales a 1.3 millones de toneladas.

Con la consigna “Basta de falsas soluciones” y al grito de “No queremos transformarnos en una factoría de cerdos para China, ni en una fábrica de nuevas pandemias“, los movimientos ambientalistas comenzaron a realizar diferentes acciones para frenar el memorándum de entendimiento entre ambos países.

Científicos, activistas y periodistas presentaron el mes pasado un documento en el que aseguran: “La actual pandemia por Covid-19 que tiene en vilo a toda la humanidad está estrechamente vinculada a cuestiones socioambientales y productivas, que están invisibilizadas. Al igual que ocurrió con el ébola, la gripe aviar y la porcina, el SARS y otras zoonosis, se trata de un virus que emergió por alguna de estas causas: hacinar animales para su cría industrial y/o su venta, y desintegrar ecosistemas acercando a las especies entre sí”.

Frente a estos reclamos, el embajador ante China de Argentina, Luis María Kreckler, elaboró un informe para Buenos Aires, en el que afirma que se trata de “un desarrollo federal que genera arraigo y dinamiza la economía”. Y que “genera exportaciones de mayor valor agregado, y mejora la balanza comercial”. Aseguró que las tecnologías que se van a utilizar -tendrán financiamiento chino- convierten los residuos generados en subproductos alimenticios, fertilizantes naturales y energías renovables.

Mientras la líder de XR asegura “esta pandemia es grave. Salimos a la calle para evitar futuras pandemias, las que nos pusieron en cuarentena en primer lugar”, otros grupos deciden participar solo de manera virtual para respetar la cuarentena.

Es el caso del movimiento artístico por los derechos animales Voicot, quienes invitaron a sus seguidores a participar en las redes sociales con el hashtag #Ardemos para expresar: “No queremos matanza de millones de animales, problemas respiratorios, focos de pandemia ni lagunas de amoníaco y mierda”.

“En el medio de una crisis climática y ecológica se planea en Argentina la construcción de mega granjas de cerdos para alimentar a la población china. El tema es complejo, aunque no tanto como para entender los intereses que hay detrás, para eso es bien simple, es complejo para comprender cómo es posible que esta humanidad no pare de generar tanta miseria, esa que nos trajo justamente a la actual crisis civilizatoria que estamos atravesando”, indican en su manifiesto “No Futuro”.

Artículo anteriorCamuzzi publica su primer reporte de sustentabilidad
Artículo siguienteReconocimiento a ASUS en sustentabilidad