Los expertos explican cómo mejorar el cumplimiento y la integridad empresarial

Mauricio Zanatta,presidente y CEO de Prudential Seguros, Juan Vaquer, presidente de ACDE y Fernando Ambroa, presidente de MetroGAS.

Juan Vaquer, Presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), lideró un panel en el último encuentro de Visión Sustentable sobre los desafíos que tiene la Argentina en compliance

Las compañías han visto un aumento significativo en los requerimientos de compliance en los últimos dos años. Y con la entrada en vigencia de la Ley de Responsabilidad Penal Empresaria el año pasado, se impulsó la creación de áreas de compliance en las empresas argentinas, aumentando las expectativas de los empresarios y los accionistas y además generando nuevas posiciones para compliance officers que, durante el último Congreso Internacional de Compliance, se estimó que rondaría en más de 10.000 nuevos puestos. A partir de una oleada de casos de corrupción asociados a empresas públicas y privadas en nuestra región, varios países, como Brasil, Colombia, Panamá y Perú, sancionaron leyes con un enfoque preventivo. Para comprender mejor las implicancias que conllevan las medidas de cumplimiento y los estándares de integridad empresarial, Visión Sustentable llevó a cabo su décimo encuentro el viernes 28 de junio, “Compliance: Desafío País”, en el Museo de los Niños del Shopping Abasto, en la Ciudad de Buenos Aires, junto a referentes y especialistas en la temática y ante una audiencia de personas interesadas provenientes de una veintena de empresas locales. Se abordaron varios temas, desde cómo inculcar una cultura corporativa de integridad hasta los beneficios empresariales que conlleva.

Durante el primer panel, Juan Vaquer, el Presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), expuso junto a Fernando Ambroa, Presidente de MetroGas, y a Mauricio Zanatta, CEO de Prudential Seguros, sobre los desafíos de implementar este tipo de programas en la Argentina. Según Vaquer, “la integridad y las prácticas comerciales sostenibles son fundamentales para los clientes, al mismo tiempo que existen importantes beneficios que se pueden obtener”.

“Estamos atravesando un cambio cultural. En cada vez más sectores tienen mayor relevancia los programas de compliance y aunque las transiciones cuestan, se comenzó a notar una diferencia. Nuestra compañía, con sede en los Estados Unidos, cuenta con procesos de compliance hace años, y en la Argentina desde 2001 que están en pie. Sabemos que estos cambios hacen sustentables a las empresas en el largo plazo”, sugirió Zanatta. Además explicó que Prudential Seguros plantea honrar su misión, visión y valores como parte del cumplimiento regulatorio, pero también incluye otras variables que van desde el pago de impuestos, hasta un trato justo con los empleados y proveedores.

En tanto, es importante fomentar una cultura de integridad y alinear los incentivos de los individuos que forman parte de la empresa para cambiar la cultura organizacional. Sin embargo, no es una tarea fácil ya que se debe llevar el mensaje de que actuar con integridad es un requisito clave para el desempeño exitoso de cada empleado. Según los expertos, a veces los indicadores de rendimiento pueden influir significativamente en el comportamiento, en particular cuando existen bonos vinculados a los objetivos. Pero algunas compañías se están alejando de este tipo de bonos individuales para aliviar presiones y evitar que las personas puedan tratar de alcanzar la meta a “cualquier costo”, incluso violando la ley. Por eso,Zanatta asegura que “ningún resultado es más importante que la forma de hacer negocios; un resultado se puede recuperar, pero hay lugares de donde no se vuelve, algo que ya vimos con el Lava Jato en Brasil o con la empresa Enron en los Estados Unidos”.

Vaquer cuestionó si los esquemas de retribución pueden ser un desafío adicional al momento del cumplimiento, provocando tentaciones para violar ciertas normas sólo para conseguir resultados, a lo que Ambroa confirmó que es algo que desde MetroGAS saben que puede ocurrir, por eso, “la manera de mitigarlo es estar atentos todos los días a esta problemática porque sabemos que es mejor perder un negocio que hacerlo mal y luego pagar un precio muy alto, algo que la sociedad tampoco nos perdonaría”.

Todos coincidieron en que los indicadores de rendimiento también pueden vincularse con una buena gestión de riesgos y cumplimiento, y reforzarse con mensajes sobre integridad tanto de la alta gerencia como de la gerencia media, reiterando que los beneficios financieros “a cualquier costo” no es lo que buscan hoy las compañías, sino que la actuación con integridad es la clave para un desempeño exitoso.

Fernando Ambroa, presidente de MetroGAS.

Los índices de transparencia que surgen de los últimos reportes de la organización Transparency International arrojan resultados alarmantes para la Argentina. Ambroa resaltó que “nuestro país se encuentra en el puesto número 85 (de un total de 180 países), algo de lo que va a ser difícil salir y recién ahora estamos viendo una mejora”. La Argentina califica con 40 puntos sobre un total de 100, mientras que otros lugares, como Dinamarca y Nueva Zelanda están primero y segundo en el ranking con 88 puntos y 87 puntos respectivamente. “Es un contexto difícil para empresas como MetroGAS, donde tenemos una exposición a diario con los clientes”, continuó. Para Ambroa, el compliance está ligado a la integridad y la ética. En el año 2000 la empresa creó un código de ética, un comité de ética y un programa de transparencia.

De acuerdo a los especialistas, dentro de una compañía, el equipo de compliance debe estar lo más integrado posible con los demás equipos (como el de responsabilidad social corporativa) generando mayor confianza y colaboración para los que trabajan allí. Zanatta resaltó también que “la única forma de ser sustentables en el tiempo es haciendo las cosas bien, cuidando desde las regulaciones hasta los empleados, clientes y la sociedad”. Mientras que Ambroa destacó que “las empresas podemos ser un faro para el país en estos temas, liderando el cambio cultural hacia la transparencia y la ética”.

 

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