En mayo comenzaron a circular los dos primeros colectivos eléctricos por las calles porteñas

Por Vanesa Listek 

Ya prestan servicio dos unidades en la línea 59: el plan forma parte de una prueba piloto que se realizará durante un año. Se estima que las próximas dos unidades eléctricas se sumen a las líneas 12 y 39 en el próximo semestre del año

La ciudad de Buenos Aires dio el puntapié inicial para promover la movilidad sustentable: los primeros dos colectivos eléctricos comenzaron a circular por las calles porteñas desde mediados de mayo. El proyecto, que forma parte de una prueba piloto que durará un año y que contempla la incorporación de ocho unidades de este tipo al sistema de transporte, se enmarca dentro del Plan de Movilidad Limpia 2035, impulsado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el año pasado.

La primera experiencia comenzó con la línea 59 (que une el trayecto entre el barrio de Barracas y la ciudad de Vicente López), y luego se extenderá a otras líneas: la 12 (que conecta Barracas con Palermo) y la 39 (que circula entre Barracas y Chacarita). Se estima que las próximas dos unidades eléctricas se sumarán antes de fin de año.

Los buses operarán a lo largo de los recorridos originales de cada línea con el fin de evaluar su capacidad de cumplir con el servicio actual en “condiciones de operación real”. Los conductores y el personal de cada línea fueron capacitados antes de la puesta en marcha de las nuevas unidades y los pasajeros podrán utilizar la tarjeta Sube.

La evaluación de los resultados del plan la realizará el gobierno de la Ciudad en conjunto con el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), con el objetivo de dotar de calidad técnica y transparencia a los resultados de la prueba. “Parte de nuestro plan para mejorar la calidad y el servicio del transporte público es innovar en iniciativas como ésta, que nos ponen a la vanguardia de la movilidad sustentable“, explicó Guillermo Dietrich, Ministro de Transporte de la Nación.

Según informaron, el criterio de elección de las líneas se basó en seleccionar perfiles que cubran todas las situaciones que se presentan en el área metropolitana: las líneas 12 y 39 circulan en el entorno porteño, y la 59 transita por la Ciudad y tiene parte de su recorrido en la provincia de Buenos Aires.

En paralelo a los dos buses eléctricos se estima que en julio de este año comenzarán a funcionar los dos primeros buses con motores propulsados con Gas Natural Comprimido (GNC): uno de ellos prestará servicio para la línea 50 (entre la Terminal de Ómnibus de Retiro y el barrio de Liniers) y la restante unidad, en la línea 132 (que une la Terminal de Ómnibus de Retiro y el Cementerio de Flores).

En la actualidad, los medios de transporte que funcionan con combustibles fósiles  representan una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y gases tóxicos: 33% de las emisiones totales de dióxido de carbono de la Ciudad. Teniendo en cuenta que seis de cada diez viajes en CABA son realizados en colectivo, se optó por este medio de transporte como primer paso para poner a prueba una nueva tecnología que, de ser exitosa, se podría replicar en más líneas y en otras ciudades del país en un plan de mayor escala.

Las ventajas de los buses eléctricos es que no necesitan de combustible ni emiten gases contaminantes ni ruido, por lo que colaboran en la reducción de la contaminación auditiva. Además, el uso de la electricidad es más eficiente y económico que el del combustible tradicional y tienen un menor costo de mantenimiento. Con este plan, las autoridades buscan darle prioridad al transporte público para que sea la alternativa más atractiva para moverse en Buenos Aires.

Las dos nuevas unidades, de origen chino, no pertenecen a las empresas que operan las líneas, sino que fueron adquiridas por tres empresas locales que otorgaron los colectivos en comodato, es decir, que las líneas podrán utilizarlos de manera gratuita pero bajo la condición de devolverlos una vez que finalice el acuerdo.Para alentar la participación en este programa, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ofreció una serie de incentivos: eximió a las compañías del pago del impuesto de importación sobre el valor de la unidad del 35% y se encargó del costo de instalación de las estaciones de carga en las cabeceras de las líneas.

El plan tiene como objetivo testear vehículos de carga rápida, con una autonomía de hasta 70 km y un tiempo necesario de carga de alrededor de 40 minutos, y unidades de carga lenta, con autonomía de hasta 220 km y un tiempo de carga de dos a cinco horas. Ambas se suelen realizar en horario nocturno.

“Estamos convencidos de que el uso de nuevas tecnologías más amigables con el medio ambiente aportarán beneficios sustanciales en materia de movilidad y calidad ambiental en la Ciudad”, dijo el economista Juan José Méndez, secretario de Transporte de CABA.

Buenos Aires: una ciudad que se mueve

En Buenos Aires circulan seis millones de personas y transitan 10 mil colectivos, 1,6 millones de autos y 37 mil taxis. Los buses eléctricos son la tecnología elegida por distintas entidades europeas y norteamericanas. Por ejemplo, ya está siendo utilizada en ciudades como París, Londres y Barcelona, entre otras. En abril de este año, las autoridades de la capital francesa ordenaron que 800 nuevas unidades de autobuses eléctricos salieran a la calle para reemplazar a las unidades diesel y así combatir el smog antes de la llegada de los Juegos Olímpicos en 2024. En China, por ejemplo, un autobús eléctrico no es para nada inusual. A fines del año pasado, de los 425.000 e-buses en todo el mundo, 421.000 se pueden encontrar en China. La flota global de autobuses eléctricos creció aproximadamente un 32% en 2018, según un informe de BloombergNEF.

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