Sombras sobre la agricultura sustentable

A pocos más de cuatro meses de la presentación de la “Visión Agro Sustentable 2050” desarrollada por el Consejo Empresario Argentino por el Desarrollo Sostenible (CEADS) y compañías del sector agroalimentario, el XXII Congreso de AAPRESID encendió las alarmas sobre la realidad del sector. Grandes productores advirtieron que se volvió inviable aplicar el paquete adecuado para llevar adelante un manejo sustentablemente de la producción.

A partir de la publicación “Agro Sustentable 2050”, el Consejo Empresario Argentino por el Desarrollo Sostenible (CEADS) y empresas del sector tales como Syngenta, Ledesma, Dow, Nidera, Arcor, Monsanto, Liag y Dupont; han identificado los aportes concretos de la agroindustria a una agenda de desarrollo social y económico cuyo objetivo es el de contribuir a la sustentabilidad del sector agropecuario argentino. Sin embargo, en el XXII Congreso de AAPRESID, convertido en un clásico donde todos los productores van a conocer las últimas tendencias y novedades, se habló de los diferentes problemas y dificultades por los que atraviesa la actividad a la hora de aplicar tecnología al mismo tiempo que advirtieron sobre el riesgo que corre la sustentabilidad del sector.

“Estamos en una encrucijada, pregonando un sistema basado en un paquete tecnológico que tal cual hoy en día no se puede implementar porque el resultado económico es negativo”, declaró Beatriz Giraudo, presidenta de Aapresid, incluso el 2013, en su discurso el ex presidente de Aapresid, César Belloso, había sentenciado que sin rentabilidad no había sustentabilidad. Esta vez, cuando le tocó hablar en el acto de apertura, Giraudo advirtió por “la falta de rentabilidad en la mayoría de los cultivos”. Hay entre los productores una certeza de que el momento actual les dificulta aplicar toda la tecnología que desearan. Con lo cual, hoy aplicar el paquete tecnológico adecuado, apuntando a un manejo sustentable, es inviable económicamente”, afirmó. Asimismo, Giraudo advirtió sobre la merma en el uso de la tecnología de una manera muy marcada y la falta de rotación.

Para la representante del CEADS, Virginia Vilariño, un punto importante a superar es que la mayoría de los productores no terminan de entender en el planteo productivo que realizan qué es ser más sustentables. “Piden acciones concretas y ven que productores que viven en la misma zona y que no siguen prácticas alineadas a la agricultura sustentable hoy tienen los mismos resultados y eso tiene su efecto. Ahora, si miramos de acá a 5 años cómo estaba el suelo y cómo va a estar hacia adelante vemos que la ecuación de rentabilidad ya no es la misma”.

Con la publicación Agro Sustentable, se presenta una visión al 2050 donde suficientes alimentos, fibras, agua y biocombustibles para toda la población son posibles mediante una nueva “revolución verde”. Donde mejores prácticas agrícolas, un uso eficiente de los recursos, nuevas variedades de cultivos y nuevas tecnologías -como la biotecnología- han hecho posible duplicar la producción agrícola sin necesidad de aumentar la cantidad de tierras, agua e insumos utilizada.

En esta primer Visión 2050 que se realiza a nivel mundial por parte de las empresas agroindustriales miembros del World Business Council forSustainableDevelopmen (WBCSD), se avanzó́ en el ejercicio de trazar un posible camino hacia ese futuro. Una hoja de ruta analizando los desafíos y cambios fundamentales que ello demandará, por ejemplo, en las estructuras de gobernanza, en los marcos económicos, en los negocios y en el comportamiento humano. Ahora, ¿En qué situación se encuentra el sector hoy para comenzar a transitar esta Visión 2050? Según explican, se viene trabajando desde las empresas y los sectores que los agrupan por lo menos en reconocer que hay que cambiar el modelo. “Debemos dar el paso a la aplicación diaria y la verdad que bajar la sustentabilidad al día a día es lo que la convierte de ser en una promesa a una realidad. Porque los que trabajamos en sustentabilidad vendemos las promesas que todo va a ser mejor, que nuestros modelos van a ser mejor y que vamos hacer más rentables algún día”, enfatiza Celina Kaseta, gerente de Productividad Sustentable de Syngenta Argentina, y dispara: “Trabajar con esto en un mundo cada vez más cortoplacista realmente es un desafío para nosotros”.

Todos coinciden que el obstáculo a vencer es el cómo se trabaja en el día a día y quién oficia de “maestro” para generar una metodología de aplicación en el terreno que logre que la sustentabilidad se haga posible. “Ahí es donde hay que trabajar de manera transversal y ese es uno de los grandes desafíos de la industria, por lo menos dentro de cada compañía”, explica Paz Perrota, jefa del departamento de Responsabilidad Social Empresaria de Ledesma, a lo que Kaseta agrega: “Tenemos un montón de conocimiento, sabemos para dónde tenemos que ir, pero tenemos que encontrar la forma de que sea transversal, y la verdad que uno dice transversal y parece que es divino y que debería ser así, pero es lo más difícil porque el de Comercial tiene que saber con el de Investigación y Desarrollo hacia donde van las líneas de investigación; el packaging cómo debe ser revisto; el approach al cliente tiene que ser diferente y la forma en la que yo la comunico también tiene que serlo”.

Otro punto que remarcan y en el cual hay que trabajar profundamente es en la falta de comunicación y/o difusión lo que lleva a que productores que hoy están aplicando prácticas sustentables en la búsqueda de mejorar la producción y la rentabilidad no las tengan identificadas como tales. A partir de esta hoja de ruta se podrán identificar y potenciar aspectos que antes no se reconocían y cada una de las empresas lo hará en función de los temas que considere más relevantes. “Es una búsqueda orientada y coordinada de esfuerzos compartidos con un fin claro, que te vincula con el corto plazo de dos maneras. Primero te ordena las visiones de corto plazo, porque todo lo que decidas hacer de acá a cinco o diez años te va a condicionar en cómo vas a llegar al 2050 y, segundo, contar con una visión a largo plazo dota de otra visión tu coyuntura, tu decisiones del día a día”, opina Vilariño.

Ahora, ¿Qué papel juega la política pública y la falta de una mirada a largo plazo? Giraudo señaló que estas preocupaciones ya no son algo del sector puntualmente, sino también que va más allá de la misma cadena agroalimentaria. Por ello, Aapresid presentó un documento que advierte sobre la necesidad de cambios. “La principal variable es la incertidumbre. Siempre decimos que si el Gobierno pudiese garantizar la apertura del mercado de trigo generaría un nivel de certidumbre al productor necesario para invertir”, explicó. Para Gustavo Grobocopatel, CEO de Grupo Los Grobo, es lógico que haya caído la adopción de tecnología porque las retenciones deterioran la relación insumo-producto. “No cayeron antes porque los precios internacionales subían y compensaban, pero ahora bajan y el productor se defiende para mantenerse vivo y esperar el nuevo ciclo político”, afirmó.

En el caso puntual de la Visión Agro 2050 las políticas públicas juegan un rol fundamental. Por este motivo, desde el inicio se conformó un Comité Asesor donde representantes del Estado están presentes. Esto logró, según explican, que una herramienta de diálogo se transformara en una plataforma de acción. “No quiere decir que se traduzca en una política pública a largo plazo, pero al menos es importante saber que un represente del Gobierno haya participado -explica Vilariño-. Y la idea es seguir para coordinar con el sector público porque en los ejes específicos de una agricultura sustentable se co-construye”.

Si todos reconocen cuáles son las dificultades y están combinando esfuerzos ¿Cuál sería el punto crítico a la hora de hablar de agricultura sustentable en Argentina? “Es difícil hablar de un punto crítico. Para mi hay un coctel explosivo entre la desinformación, la ignorancia y la desidia -opina Kaseta-. Y prefiero decir desidia porque se puede cambiar, la desinformación también se puede revertir… Pero a ver… hay cuestiones de buenas prácticas…si vos queres hacer un buen manejo sobre rotación y cambiar los cultivos todos los años cuando haces la cuenta ves que según tu estructura de costos no lo harías. Entonces queda en la mano de cada productor si la sustentabilidad con este modelo económico y de costo te rinde o no. Y te pone en un brete en el que tenes que decidir muchas veces en contra de tu voluntad”.

También hay otros grises donde se puede mejorar y que tiene que ver con el uso responsable de los insumos y que queda fuera de la estructura de costo, sino de conocer la metodología de aplicación y de los controles que se realizan para que dicha metodología se aplique. Desde el Ceads coinciden en que el escenario está mejor que hace 10 años, sin embargo hay muchos temas por trabajar y que no son responsabilidad de un sólo sector. “Volvemos al diálogo porque es lo único que nos puede ayudar a construir y abordar cuestiones de normativas, de regulación, de rentabilidad y de impacto social y ambiental. Todas conviven y tienen que dar una ecuación ideal”, opina Perrota. Y es ahí, coinciden todos, donde cada uno tiene una responsabilidad individual y la apuesta a una nueva forma de negocio.

Un punto clave y sensible dentro de esta nueva forma de negocio es el pequeño productos, y la estrategia que implementan para llegar a él. “Hoy no estamos llegando y muchas veces la reducción viene por ahí”, enfatiza Kaseta y hace la tan ansiada pregunta con la respuesta que todo productor quisiera escuchar: “¿Cómo logro mantenerle un precio fijo más allá de las condiciones que yo tenga ese año? Lo ayudas a que apueste. Entonces vos en vez de ganar extraordinariamente por el margen de la volatilidad del precio le mandas un precio establecido por año pase lo que pase y él tiene un compromiso de venta pase lo que pase…Pero esa es una apuesta que alguien la tiene que pensar y decir, sí, yo la hago. Es ahí donde cada uno tienen una responsabilidad individual y la apuesta a una nueva forma”; a lo que Vilariño agrega, “estar en una mesa con mi cadena de valor hace que este tipo de acuerdo comercial se plante y se genere una transmisión de conocimientos, que para la empresa es costo cero y eleva la vara considerablemente”.

Artículo anteriorPara Carlos Briones, gerente de Relaciones Institucionales de Cabelma PET,
Artículo siguienteEn busca del otro