Barcos saneadores: una ciudad mexicana encontró la solución para la toxicidad de su laguna

Rodrigo Riestra Piña, ex Secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial del Estado de Puebla en panel "Mesa Ambiental", organizado por OPDS

Por Vanesa Listek

En tres meses las autoridades de la ciudad de Puebla lograron mejoras impensadas a través de la oxigenación del agua gracias a tres embarcaciones especializadas

Con una inversión de 200 millones de pesos de recursos públicos estatales, la ciudad de Puebla, en Méjico, puso en marcha el saneamiento de la laguna de Valsequillo. “Se implementó una tecnología para la depuración del agua, mediante la inyección de oxígeno y ozono que ayuda a eliminar bacterias, lo que permitirá que la presa recupere su condición ambiental”, explicó Rodrigo Riestra Piña, ex Secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial del Estado de Puebla, durante uno de los paneles de la Mesa Ambiental de la Provincia de Buenos Aires, realizada en la Universidad de Belgrano la semana pasada.

En 2018 se comenzaron a utilizar dos de tres embarcaciones especializadas dotadas de un sistema de oxidación avanzada y recuperación de maleza acuática, que operan en jornadas de 8 horas diarias y requieren bajos costos de mantenimiento al año.

“Gracias a este proyecto, el agua de la Presa de Valsequillo tendrá una mejor calidad para el riego de 30 mil hectáreas de cultivos, lo que a su vez, incrementará la calidad de la producción en la región. También, aledañas a la presa, hay zonas sin desarrollo ya que la contaminación era tal, que los olores y la incidencia de enfermedades por mosquitos no lo hacían un lugar viable para coexistir con personas”, reveló Riestra Peña, ante un auditorio que contó con la participación de 85 municipios bonaerenses.

Las tres unidades de tratamiento Scavenger 2000 adquiridas utilizan un sistema de oxidación donde se inyectan, en forma de micro burbujas, el oxígeno y ozono a las aguas del lago Valsequillo para recuperarlas en el menor tiempo posible. En la proa de cada embarcación se ubican dos compuertas que permiten el ingreso del agua contaminada con los residuos solidos suspendidos en la superficie que se desean retirar. Esos residuos son recogidos por una cesta que soporta hasta una tonelada de peso para luego ser depositados fuera del agua.

Por otro lado, en la popa, se desarrolla un proceso de oxidación simultánea dosificando oxígeno y ozono al agua. Esta dosificación es selectiva y podrá alcanzar hasta 10 metros de profundidad. Conocido como OXI-Plus y patentado internacionalmente por Water Management Technologies, el proceso es usado para recuperar el agua volviéndola apta para la vida y el desarrollo de la flora y la fauna. “Este saneamiento impacta en la salud pública de los habitantes evitando posibles enfermedades gastrointestinales, hepatitis, infecciones de la piel, entre otras. Con esta aplicación, en el caso de la recuperación del lago de Valsequillo, en seis meses de tratamiento se cumplirá la declaratoria de calidad de agua, permitiendo a sus habitantes poder bañarse sin riesgo de enfermedades, volver a pescar en el lago y regar cultivos agrícolas”, continuó Riestra Peña.

Una de las claves del proyecto es que no introducen ningún químico en el agua para su recuperación, sino que lo hacen de manera natural, inyectando oxígeno en grandes cantidades para cubrir la demanda generada por los diferentes contaminantes existentes en las aguas.

La primera embarcación Scavenger 2000 arribó a Puebla en noviembre de 2018, la segunda en diciembre y la tercera llegó a mediados de marzo de este año. En el corto tiempo que se usaron, los resultados fueron asombrosos. Durante los primeros tres meses de implementación lograron bajar los niveles de toxicidad, los coliformes fecales que estaban a niveles desorbitantes, por arriba de los valores permitidos, bajaron a números permisibles, según el diagnóstico realizado por el Instituto Politécnico Nacional. También se registraron, luego de los primeros tres meses de operación, una reducción de casi el 100% en los valores de los metales Cinc y Aluminio, junto a una baja del 27% de Fierro y del 15% de Manganeso. Cabe mencionar que los olores se vieron reducidos casi en su totalidad.

Riestra Peña manifestó que “si todo continúa en este camino, en los próximos tres meses tendrán agua para llevar a cabo actividades recreativas, reducir la incidencia de enfermedades y malos olores de la presa, y mejorar la calidad de agua de riego”.

Además agregó que el proyecto para el saneamiento de la presa de Valsaquillo es replicable en otros lugares del mundo, donde, como en Puebla, se verá reflejado en la calidad de vida de su población. “Varias empresas en el mundo contratan barcos como el Scavenger para bajar los niveles de toxicidad de sus aguas, es un proceso altamente recomendables para zonas donde viven comunidades precarias sujetas a la toxicidad del agua”, continuó.

Este tipo de saneamiento podría brindar soluciones a varios de los problemas que tenemos en la Argentina. Según Claudia Merodio, Jefa de Departamento de Preservación y Mejoras de la Autoridad del Agua de la Provincia de Buenos Aires, “sería fantástico contar con esta tecnología, sin embargo deberíamos evaluar si la disponibilidad de las embarcaciones es económicamente viable y si el estado de nuestras aguas en las provincias es similar al de Valsequillo”. La funcionaria también remarcó que “las cuencas del noreste de la provincia, como la cuenca Matanza – Riachuelo o la cuenca Reconquista, tienen un alto grado de contaminación y presentan una complejidad ambiental que implica el esfuerzo de muchas instituciones y organismos para su saneamiento, sabemos que se necesitan grandes esfuerzos para mejorar el agua”.

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